S
eñor Presidente,
Siguiendo una tradición que tanto me honra, me cabe la enorme satisfacción de responder, en nombre de los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica aquí presentes, a Vuestras palabras de bienvenida a la Decimotercera Cumbre Iberoamericana en esta hermosa ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Quiero, en primer lugar, agradecer al Señor Presidente y a su distinguida esposa, al Gobierno y al pueblo de Bolivia su calurosa acogida y generosa hospitalidad.
Nos hallamos en Bolivia movidos por dos sentimientos igualmente vivos y sinceros: la voluntad de que la Cumbre de Santa Cruz sea un éxito y el deseo de expresar con nuestra presencia nuestra solidaridad y profundo afecto a este querido país, que ha sabido superar hace escasas semanas una grave y dolorosa situación, contando con el respetó a las instituciones democráticas y al orden constitucional.
Sabéis, Señor Presidente, que contáis con el pleno respaldo de nuestra Comunidad Iberoamericana a Vuestros esfuerzos y los de Vuestro Gobierno para asegurar el progreso económico y las oportunidades de todos los bolivianos.
Las instituciones constitucionales, la democracia representativa y el Estado de Derecho son el único marco capaz de garantizar la convivencia en un clima de tolerancia y respeto, y crear así las condiciones para la inclusión social y la integración de todos los ciudadanos en un proyecto común.
Conocemos y aplaudimos el interés y el empeño con que Bolivia ha preparado esta Cumbre.
Santa Cruz de la Sierra debe ser un hito en el proceso hacia una Comunidad Iberoamericana cada vez más cohesionada y mejor preparada, capaz de atender a las necesidades y legítimas aspiraciones de nuestros pueblos.
Con este espíritu iniciamos mañana nuestras reuniones. En ellas escucharemos las conclusiones del proceso de reflexión emprendido por Fernando Henrique Cardoso, a quien agradecemos su generosa dedicación y entrega al delicado encargo que le fuera formulado en la anterior Cumbre de Bávaro, en República Dominicana.
Con su inteligencia y experiencia sabrá, sin duda, proporcionarnos importantes iniciativas y propuestas para el futuro de nuestra Comunidad Iberoamericana.
El Presidente Cardoso ha realizado su tarea: ahora a nosotros nos corresponde trabajar y estoy convencido de que lo haremos con entusiasmo.
Con ese horizonte prometedor, les invito a levantar nuestras copas para brindar por el futuro de nuestra Comunidad Iberoamericana, por el noble y hospitalario pueblo boliviano, por todos nosotros, y por el éxito de esta reunión.
Muchas gracias.