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uy buenas noches y muchas gracias, sobre todo, por esta invitación que considero un gran honor. Además del placer de acompañarles en esta cena de despedida, me alegra tener la oportunidad de conocer de primera mano, de los protagonistas, los trabajos que les han ocupado en esta Conferencia bienal de los Presidentes de los Tribunales Supremos y Fiscales Generales de la Unión Europea. Permítanme que, de corazón, les diga a un mismo tiempo que son muy bienvenidos a España y que confío en que se hayan sentido a gusto entre nosotros aquí en Madrid.
Les agradezco mucho al Presidente del Tribunal Supremo y al Fiscal General del Estado las palabras afectuosas que me han dedicado; y quiero reconocer y felicitar el esfuerzo y esmero que han demostrado como anfitriones de este encuentro, cuya organización nos alegra haya correspondido a España, coincidiendo con nuestra Presidencia rotatoria de la Unión Europea.
Este acto supone la feliz culminación de un ejercicio de gran interés para todos. Me alegra saber que han dado un paso más en el mejor conocimiento mutuo y en la voluntad común de entendimiento que les anima para seguir construyendo el gran espacio de justicia, libertad y seguridad de la Unión Europea. Esa justicia que Francisco de Quevedo definía como la?constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que le toca?.
Señores Presidentes y Fiscales Generales,
La pertenencia de todos nosotros a la Unión Europea y el compromiso con sus valores, políticas y objetivos, nos permiten avanzar conjuntamente hacia un Continente en paz cada vez más unido, próspero, justo y solidario.
Una Unión Europea que cuenta con una Carta de Derechos Fundamentales, proclamada en Niza hace casi diez años, recientemente incorporada al Tratado de Lisboa y centro hoy de sus debates. De este modo ustedes, los más altos representantes de los Poderes Judiciales y Ministerios Públicos de los Estados Miembros, han podido adentrarse en la aplicación de dicha Carta, en particular en su incidencia en losámbitos penal y civil.
Con mi respeto personal y el que merece a la Corona la alta función que desempeñan, me permito animarles a que sigan trabajando en favor de los derechos humanos como pilar esencial de la libertad, igualdad, democracia y del estado de derecho que definen a la Unión Europea.
Un esfuerzo para el que cuentan con mi admiración, reconocimiento y pleno apoyo.
Muchas gracias.