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aja Madrid nos invita un año más, y estamos muy agradecidos por ello, a presidir este Acto en el que nos alegra tanto, a la Princesa y a mí, entregaros a vosotros estas becas -cuyos diplomas ya tenéis celosa y orgullosamente entre las manos- que convoca su Fundación para iniciar o continuar esos estudios de postgrado que deseáis y os habéis propuesto hacer en el extranjero. Pero creo, y lo veo en vuestras caras y en las de vuestras familias o amigos que os acompañan, que la mayor alegría es la vuestra. Lo habéis conseguido,¡enhorabuena!
Y estoy seguro de que no es menor la satisfacción que sienten los responsables de la Caja y de su Fundación al concederos esta oportunidad y al ser conscientes del enorme bien que hacen a nuestra sociedad ayudando a construir un futuro mejor para España a través de los que de verdad formáis parte de ese futuro prometedor. Estos once años de sostenida política de concesión de becas son un testimonio muy elocuente del compromiso de Caja Madrid y de su Fundación con la educación; les ocupa y les preocupa la formación de los jóvenes universitarios españoles.
Es cierto que la inversión en educación es siempre rentable para el desarrollo económico y social de todo país, y que esa inversión es en todo caso una obligación de los poderes públicos que se deben al progreso y el bienestar de los ciudadanos. Pero en las sociedades modernas avanzadas, los sectores privados más dinámicos deben trabajar también, junto a las Administraciones públicas, en el logro de los objetivos sociales más relevantes, como es la educación.
Está claro que hoy la responsabilidad social de las empresas desempeña un papel cada vez más importante, que es en definitiva de lo que hablamos. Particularmente en España, la labor que llevan a cabo las Cajas de Ahorros en elámbito social, asistencial, medioambiental, cultural y educativo tiene una importancia determinante. Su singularidad ha propiciado la creación de potentes Fundaciones, como la de Caja Madrid, que son en muchos aspectos modélicas en su contribución al bienestar colectivo.
Por ello esta es una magnífica ocasión para agradecer a la Fundación Caja Madrid lo que hace desde hace más de una década en favor de la formación de excelencia de nuestros universitarios y jóvenes profesionales -como vosotros- con este Programa de Becas que os permiten acceder a los centros académicos e investigadores de mayor prestigio de Europa, Norteamérica, y otros lugares.
Nos movemos en un mundo que afronta cada día mayores desafíos, que se ve sometido a muchas incertidumbres y que, correlativamente, se abre a grandes novedades y oportunidades.
El momento actual, qué duda cabe, está marcado por la inquietud que genera la crisis y sus graves consecuencias sociales. En ese contexto el esfuerzo y la inversión en educación adquieren una importancia crucial. Es, además, una de las mejores armas para combatir las dificultades de hoy y las incertidumbres del mañana. Ese futuro que vemos cada vez más exigente y competitivo.
Para encarar conéxito ese futuro, que realmente ya nos está tocando en la puerta, es importante apostar por la formación de excelencia, aquélla que se exige más a sí misma, la que no se conforma con lo ya adquirido, la que se esfuerza por desarrollar todo lo posible la inteligencia innovadora.
Vivimos en unaépoca marcada por un cambio acelerado. La crisis actual ha puesto en evidencia esta característica y ha resaltado con sombras su contorno, ya que quizá no toda esa prisa sea netamente positiva o beneficiosa. Pero las nuevas generaciones han nacido y vivido inmersas en ese cambio acelerado de magnitudes sociales, culturales, políticas y económicas; y aunque no debemos sorprendernos demasiado con que el presente parezca adquirir mayor velocidad, sí debemos esforzarnos para adaptarnos mejor y con mayor agilidad a esa realidad. Sólo así lograremos orientar o influir en esos cambios, en nuestro futuro, para nuestro bien y el de nuestros compatriotas.
También es cierto que nunca antes ha habido tantas facilidades y recursos, quizás más que para ninguna otra generación anterior, lo que ha podido hacer olvidar que el ser humano está condenado a moverse y actuar para no perder lo adquirido.
Pero vosotros, exponentes cualificados de la joven generación española, sois, por edad y capacidad, los llamados en primer lugar a subiros al tren del mundo del mañana y a conducir a España hacia un mayor progreso y bienestar.
Estas becas que os acabamos de entregar van en esa dirección y deben ayudar a lograr esos objetivos. Son ya reconocimiento de un mérito, pero no pueden verse como una meta sino como una palanca, como un instrumento de perfeccionamiento para cada titular. Habéis llegado hasta aquí por vuestra inteligencia y por vuestra ambición de tener la mejor formación y para abriros al máximo vuestras perspectivas profesionales.
Quiero ahora referirme a la doble responsabilidad que asumís como becarios. Estoy pensando, en primer lugar, en la responsabilidad que tenéis de aprovechar con rigor, seriedad y todas vuestras fuerzas, la formación que vais a adquirir. En segundo lugar estoy pensando en la deuda que contraéis con la sociedad pues, con vocación de servicio y generosidad, debéis saber devolverle lo que ella misma os ha dado, y más. Vuestra formación de postgrado, recibida en los mejores centros mundiales, servirá enúltima instancia para ser parte activa de un mayor progreso y bienestar de nuestros ciudadanos, y para contribuir a afrontar con mayor solidez y superar conéxito situaciones de crisis como la actual.
Os pido que reflexionéis mucho sobre estos temas, que analicéis la oportunidad que os brindan estas becas de la Fundación Caja Madrid bajo ese prisma de la responsabilidad.
Y termino como empecé: Muchas felicidades a todos vosotros los nuevos becarios de la Fundación Caja Madrid y a vuestras familias, en mi nombre y en el de la Princesa, por lograr ser acreedores de esa condición tan preciada y por la que tantos compiten duramente. Os deseamos mucha suerte; que aprovechéis bien esta oportunidad; que la disfrutéis y os divirtáis también en esta experiencia fabulosa de vivir en países y sociedades distintas, teniendo muy en cuenta de que con ellos también tenemos que seguir construyendo esta gran?aldea global? que compartimos. Y volved con fuerza y sabiduría que España os necesita y cuenta con vosotros.
Muchas gracias.