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uiero ante todo expresar mi gratitud por el entrañable recibimiento y las atentas palabras con que me han querido acoger junto a la Reina en este Acto.
Mucho me alegra visitar la Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto, que en 1990 me concedió el Doctorado Honoris Causa con ocasión de la Conferencia de Rectores que tuvo lugar en Valladolid, a la que felizmente asistió el Doctor Morita.
El año pasado, esta Universidad celebraba el Sesenta Aniversario de su fundación. En 1947, tras unos años marcados por la tragedia de la guerra, el padre del Doctor Morita, el Sr. Ichiro Morita, fundaba esta Universidad bajo el lema ?Pax Mundi per Linguas?, la paz del mundo a través de las lenguas.
Este lema bien refleja el propósito de su fundador y el sentido último de este tipo de Seminarios: buscar el entendimiento entre las Naciones y los pueblos a través de la lengua como vehículo esencial de comunicación.
España comparte plenamente el noble objetivo de trabajar por un mundo en paz, más justo y más solidario, en el que logremos ese mayor entendimiento entre los diversos países y culturas.
La vocación universal de la lengua española y de las culturas que se expresan en español se inscribe, sin duda alguna, en la consecución de ese elevado fin.
Por ello, nos llena de orgullo que el Departamento dedicado al idioma español fuera el segundo Departamento de Lengua Extranjera que se abriera en esta Universidad, en 1963.
Nos enorgullece asimismo que este Departamento haya contado hasta ahora con más de treinta profesores y catedráticos, y que haya logrado formar a más de tres mil licenciados, y a setenta y cuatro doctores.
A las diecisiete Universidades que cuentan con un Departamento de español en Japón, en las que más de cinco mil universitarios cursan la carrera de estudios hispánicos, debe sumarse el aprendizaje de nuestra lengua en un centenar más de Universidades y en innumerables academias de este gran país.
Todo ello, permite presagiar un brillante porvenir para el idioma español en Japón.
La actual situación del español y de su futuro en Japón ha concentrado precisamente los debates celebrados hoy por iniciativa de esta Universidad, de la Embajada de España y del Instituto Cervantes de Tokio.
A todos los hispanistas, docentes y estudiantes participantes, dirijo un saludo muy cordial con la expresión de mi mayor reconocimiento por su dedicación y entrega.
Del informe que acaba de exponer la Directora del Instituto Cervantes, sobresalen las muy alentadoras perspectivas para el estudio de nuestra lengua y cultura en Japón.
Buenas perspectivas que se verán reforzadas gracias a la acción del nuevo Centro del Instituto Cervantes de Tokio que la Reina y yo inauguramos antes de ayer.
Su actividad y dinamismo serán esenciales para difundir el conocimiento del español, así como para promover en este país, de gente culta, sensible y acogedora, la rica y variada cultura que se expresa en nuestra lengua.
Una tarea que cuenta asimismo con la aportación esencial, tanto de los hispanistas que han participado en este Seminario, como de los Departamentos de español de tantas otras Universidades japonesas.
Una tarea de difusión y promoción que, finalmente, cuenta con la curiosidad intelectual y el afán de aprendizaje de los estudiantes japoneses de español, muchos de los cuales nos acompañan en este Acto.
En suma, agradezco a todos los participantes, así como a los docentes y estudiantes de español de las Universidades japonesas, su contribución al estrechamiento de los lazos entre nuestras dos Naciones mediante el cultivo de la lengua y cultura españolas.
Hace casi quinientos años, en 1549, llegó a las costas de Japón San Francisco Javier, el primer español en conocer este bello país.
La reciente celebración también en Japón del Quinto Centenario de su nacimiento, revela que no se ha perdido por ninguna de las dos partes, ni por la española ni por la japonesa, el recuerdo de aquel primer contacto, de las primeras palabras cruzadas entre españoles y japoneses.
Llevamos quinientos años dialogando y admirando nuestras respectivas culturas.
Al reiterarles mi mayor reconocimiento y gratitud por sus importantes trabajos, que nos permiten, sin lugar a dudas, erigir un arco más en el sólido puente de amistad que une a Japón y España, declaro clausurado el Seminario de Hispanistas ?Presente y Futuro del Español en Japón?.
Muchas gracias.