Muchas gracias por vuestra amable invitación para inaugurar este Congreso Internacional en el edificio de Caixa Forum en Madrid. Un Congreso que ofrece, entre otros muchos, dos grandes motivos de satisfacción.
Por un lado, sus objetivos, centrados en la cooperación y el desarrollo, para lograr la mejora de las condiciones de vida de hombres y mujeres en países menos prósperos, así como el progreso económico y social en numerosos Estados y regiones.
El avance hacia estas metas requiere revisar periódicamente la actividad emprendida y reflexionar sobre aquellos sistemas de trabajo que logran mejores resultados, como vais a hacer en este foro.
Por otro lado, me alegra recordar la fortaleza del compromiso de todas las Administraciones españolas con la Cooperación, que este Congreso permite comprobar. Tanto el Gobierno, como las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, en el marco de sus posibilidades respectivas, aportan importantes medios materiales y humanos al trabajo en favor del desarrollo, que reflejan el espíritu solidario de nuestra sociedad.
Este doble esfuerzo incide sobre una realidad que habéis querido constatar: el Desarrollo es responsabilidad de todos, de quienes toman la decisión de cooperar y de los receptores de la ayuda.
Y sabemos que una de las claves para la efectividad de la cooperación es la existencia de un marco institucional que proteja la libertad y la iniciativa, en especial de los más débiles. En ese sentido, este Congreso va a estudiar la Cooperación a través del fortalecimiento institucional.
Igualmente, debemos atender a la situación de la mujer, a la que también dedicareis vuestra atención en estos días. Un planteamiento especialmente acertado, dado el lastre de atraso, pobreza y prácticas discriminatorias que pesa sobre muchas mujeres que, en tantas ocasiones, son las que sostienen con su trabajo a las familias, en especial, a los ancianos y a los niños.
"...El Desarrollo es responsabilidad de todos, de quienes toman la decisión de cooperar y de los receptores de la ayuda...."
Señoras y Señores,
Se requieren muchas transformaciones y esfuerzos para alcanzar los objetivos del Milenio enunciados por Naciones Unidas y suscritos en el año 2.000 por 189 Jefes de Estado y de Gobierno, incluyendo España. Objetivos de desarrollo realmente ambiciosos.
Estos objetivos representan, sin duda, el mayor compromiso de la historia de la Humanidad en el terreno de la lucha contra la pobreza.
Por eso la cooperación resulta esencial para la vida, el bienestar y el progreso de una parte muy importante de la Humanidad.
Estoy segura de que estas dos jornadas de trabajo, reflexión y participación servirán para avanzar hacia los objetivos de cooperación que todos compartimos.
Felicito a los organizadores del Congreso y en particular al Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid por el logro que supone esta reunión, y os deseo muchos éxitos.
Con este espíritu declaro inaugurado el Congreso ?Libertad-Desarrollo-Reducción de la Pobreza?.
Muchas gracias.