S
eñor Presidente,
Mucho nos alegra encontrarnos de nuevo en Hungría, en esta, cada vez más dinámica y admirable, ciudad de Budapest.
Deseo, ante todo, expresaros nuestro más caluroso agradecimiento por Vuestra amable invitación para realizar esta Visita de Estado a Hungría, así como por Vuestra afectuosa hospitalidad y por las generosas palabras que acabáis de pronunciar.
La Reina y yo guardamos un muy grato recuerdo de la especial simpatía que el pueblo húngaro nos brindó en nuestras dos anteriores Visitas de Estado.
Una simpatía que también marcó el recibimiento de que fueron objeto los Príncipes de Asturias con motivo de su aún reciente Viaje Oficial a Hungría, el primero que realizaban a un país europeo después de su boda.
Con esta Visita de Estado, queremos subrayar nuestra voluntad de acrecentar la dimensión y profundidad de nuestras relaciones.
Hoy hemos celebrado nuestra primera reunión bilateral, que se suma a las dos gratas ocasiones en que hemos tenido la oportunidad de encontrarnos desde que asumisteis la Jefatura del Estado.
La primera en 2005 con motivo de la Cumbre Euromediterránea en Barcelona, una cita que convirtió a España en el primer destino exterior de Vuestro mandato como Presidente de la República. La segunda hace escasos meses en Budapest, con ocasión de los emotivos actos conmemorativos de la Revolución de 1956, que permanece en el recuerdo vivo de nuestras sociedades como un momento decisivo de la historia contemporánea húngara y europea.
Señor Presidente,
El ritmo y frecuencia de los sucesivos intercambios de Viajes y Visitas de Estado entre nuestros dos países son fiel reflejo de la sólida y creciente corriente de amistad, entendimiento y simpatía que une a nuestras dos Naciones.
Hemos pasado de ser dos países amigos ligados por lazos seculares, a convertirnos en dos socios y aliados comprometidos con la obra de integración europea y con la defensa de los valores y principios democráticos.
Contemplamos, con particular satisfacción, la dimensión del enorme progreso logrado por la sociedad húngara.
Tras el cambio de régimen en 1989 y como primer Presidente del Tribunal Constitucional, Vuestra Excelencia fue protagonista y testigo excepcional de los cambios profundos que Hungría ha sabido culminar.
En aquellos momentos, quedó patente el coraje de la sociedad húngara, llevando a cabo una rápida y radical transformación de sus estructuras para instaurar un régimen democrático.
España, que siguió muy de cerca todo este proceso, apoyó firmemente la adhesión de Hungría a la Alianza Atlántica y posteriormente a la Unión Europea.
Por evidentes razones culturales e históricas, la obra de integración europea no se habría entendido sin la plena incorporación de los países de Europa Central.
Señor Presidente,
Al regresar hoy a Hungría en Visita de Estado, tras su ingreso en la OTAN y su plena integración en la Unión Europea, quiero expresaros nuestra gran admiración por la intensa modernización vivida por Vuestro país y nuestra felicitación por su incorporación a las estructuras europeas y atlánticas.
Hungría y España cuentan con una larga tradición de relaciones que se remontan al siglo XII, cuando se establecieron los primeros vínculos dinásticos entre las Coronas de Hungría y Aragón.
Tras el restablecimiento, hace ahora treinta años, de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados, los contactos hispano-húngaros se han ido desarrollando de forma especialmente satisfactoria y presentan un balance altamente positivo.
Desde el punto de vista económico, nuestro comercio bilateral ha seguido un curso claramente ascendente, sobre todo tras la adhesión de Hungría a la Unión Europea.
Consolidar y promover esta feliz trayectoria son dos objetivos esenciales que deseo respaldar durante nuestra estancia en Hungría.
De ahí, la importancia que atribuyo al hecho de que, en el marco de esta Visita de Estado, vayamos a inaugurar conjuntamente un Encuentro Empresarial Hispano-Húngaro, destinado a fomentar la cooperación entre nuestras empresas y a intensificar nuestros intercambios.
Asimismo, me satisface constatar que el ámbito cultural y educativo de nuestras relaciones ha experimentado un importante desarrollo. En septiembre de 2004 Vuestro predecesor acompañó a los Príncipes de Asturias en la inauguración del Instituto Cervantes de Budapest.
Desde entonces, el Instituto ha llevado a cabo numerosos proyectos y programas en colaboración con las instituciones, universidades y centros culturales, instancias de vuestra admirable cultura, que ha ofrecido al mundo trece premios Nobel y que ha brillado en múltiples sectores.
Numerosos pensadores, escritores, músicos, pintores, cineastas, fotógrafos, y otras destacadas personalidades, han difundido la impronta húngara en el mundo.
Gracias a la intensidad creciente de nuestras relaciones culturales, hoy se pueden cursar estudios de filología hispánica en cuatro Universidades húngaras, y seis de vuestros centros imparten enseñanza secundaria bilingüe en español.
Entre ellos, el Instituto Károlyi Mihály es un centro pionero en la enseñanza bilingüe hispano-húngara, no sólo para Hungría sino también para los países de Europa Central.
El turismo se ha convertido, asimismo, en un sector de prometedores y positivos intercambios, por sus repercusiones económicas y por cuanto facilita un mejor conocimiento entre los dos pueblos.
Señor Presidente,
En la esfera internacional, la Unión Europea constituye el marco privilegiado de nuestras relaciones.
Apostamos por una Europa cada vez más integrada, capaz de enfrentarse a los grandes desafíos que se plantean en la esfera internacional, basada en los valores y principios comunes de paz, libertad, justicia y solidaridad, que nos unen como Estados miembros.
Juntos debemos redoblar esfuerzos para poder afrontar con creciente eficacia las principales lacras y retos que afectan a nuestras sociedades, desde el terrorismo, la delincuencia organizada o el tráfico de seres humanos, hasta la lucha contra la pobreza, el tráfico de drogas o el cambio climático.
No podemos desaprovechar la oportunidad que nos ofrece esta Visita de Estado para estrechar aún más nuestras relaciones, e impulsar la realización de nuevos proyectos de interés común, tanto en el plano bilateral, como en el seno de la Unión Europea y en la esfera internacional.
Con esta ilusión y convicción, quiero levantar mi copa para brindar por Vuestra ventura personal y por la de Vuestra esposa, así como por la creciente amistad entre Hungría y España en el seno de la gran familia europea.
Muchas gracias.