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uisiera ante todo agradecer al Alcalde de Roma la posibilidad que nos ha dado de realizar este encuentro en el marco incomparable de la sala de las banderas del Campidoglio, uno de los lugares más bellos y evocadores de la cultura occidental y por ende del mundo. Por tanto, el marco inmejorable. ¡Gracias!
Es paradigmático que abordemos aquí, en la cuna de Roma, con representantes del mundo industrial romano, es decir, con algunos de los protagonistas fundamentales de nuestras sociedades, temas tan trascendentales como son el de la adaptación de la ciudad a las nuevas tecnologías, la relación entre empresa y cultura o el papel de las ciudades capitales en el mundo. En Roma, en esta Roma eterna, se entienden más y mejor que en ninguna otra ciudad los enormes retos que para nuestras sociedades representan estas cuestiones. Se trata de innovar, de transformarse, de ser competitivos, conservando aquello que es esencial a nuestra identidad y a nuestra cultura.
Las grandes ciudades son protagonistas privilegiadas del mundo contemporáneo, polos de riqueza política, cultural y económica. Además, en los últimos años las grandes ciudades -sus dirigentes, sus habitantes- se han hecho cada vez más conscientes de la necesidad de darse un rostro humano. Pocas ciudades tienen un rostro humano de pequeño comerciante, de artesanos, de cafés, de parques como Roma. Lo tradicional se ha convertido en modernidad, incluso en símbolo de calidad.
España ha estado siempre presente en Roma. No me voy ahora a detener en detalles históricos que todos los asistentes conocen sobradamente. Sí querría, sin embargo, congratularme por que Roma siga siendo hoy un punto privilegiado de encuentro de los intereses económicos y comerciales hispano-italianos. Me gustaría aludir, por ejemplo, a los acuerdos de cooperación alcanzados en su momento por Acea y Telefónica y que han ido posteriormente ampliándose a través de Atlanet y con la concesión de una licencia de telefonía móvil de tercera generación a Ipse 2000. Además, recientemente el metro de Roma ha adjudicado un importante contrato de suministro de trenes a la empresa española Caf. Son datos importantes que testimonian las buenas relaciones existentes entre nuestros dos países.
L?Italia è il terzo socio commerciale della Spagna, dopo la Francia e la Germania. Il commercio fra i nostri due paesi è cresciuto in modo significativo durante gli ultimi anni. Le grandi città, le regioni giocano un ruolo ogni volta più importante quali elementi che alimentano la dinamica degli scambi politici, economici e culturali tra stati. A tal riguardo, l?unione degli industriali di Roma può avere un ruolo di prim?ordine per migliorare ancor di più i nostri, peraltro già importanti, legami economici e commerciali. L?entusiasmo del suo Presidente, Elia Valori, è fuori dubbio. Mi rimane solo da augurare di poter vedere a breve termine nuovi frutti.