S
eñor Presidente,
La Reina y yo nos sentimos muy honrados en recibiros hoy, junto con la Primera Dama, en esta Embajada de España. Y, con Vuestra Excelencia, a todos cuantos han hecho posible que nuestra estancia en Manila esté siendo tan feliz y llena de momentos emotivos.
Esta noche, y ya en el tramo final de nuestra estancia, quiero manifestaros que hemos conseguido plenamente el objetivo que aquí nos ha traído, el de compartir con el pueblo filipino la celebración del Centenario.
Nos llevamos en el corazón el recuerdo de los días que hemos convivido como el mejor de los augurios para el futuro de nuestras relaciones ante el nuevo Centenario que ahora se abre ante nosotros.
Al agradeceros muy sinceramente, señor Presidente, las atenciones que generosamente nos habéis dedicado, alzo mi copa por vuestra felicidad y la de vuestra familia, el porvenir de vuestro pueblo y el de nuestras relaciones mutuas, prenda de un porvenir mejor para nuestros dos países.