su llegada a la sede de la Fiscalía General del Estado, Don Felipe fue recibido por la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el secretario de Estado de Justicia.
Su Alteza Real accedió al interior del edificio y fue saludado en la Saleta por los miembros del Consejo Fiscal y en el vestíbulo principal por los fiscales de Sala y los fiscales jefes de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas.
A continuación, el Príncipe de Asturias se dirigió al despacho del fiscal general, donde firmó en el Libro de Oro de la Fiscalía. Seguidamente, Don Felipe accedió a la Sala de Juntas para presidir la Reunión del Consejo Fiscal, Junta de Fiscales de Sala y de Fiscales Jefes de Tribunales Superiores de Justicia.
Tras ocupar Don Felipe su lugar en la mesa presidencial comenzó la sesión. Después de la intervención del fiscal general del Estado pronunció el Príncipe de Asturias unas palabras. Su Alteza Real comenzó su discurso reiterando, en su nombre y en el de la Princesa, "los más profundos sentimientos de dolor y de firme condena ante el brutal atentado terrorista en el Yemen que hace cuatro días segó la vida de siete ciudadanos españoles y ha dejado a otros seis compatriotas heridos. A ellos, y a todos los familiares y amigos, dedicamos nuestro afecto y cariño".
El Príncipe de Asturias calificó como "un hito extraordinariamente relevante para el Ministerio Público, para la Justicia española y para todos los españoles" el vigésimo quinto aniversario del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, aprobado tres años después de la entrada en vigor de nuestra Carta Magna, "una Constitución integradora, fruto de la voluntad de acuerdo nunca antes logrado con tal amplitud y profundidad entre los españoles. Un marco jurídico y político que nos ha aportado el más largo período de paz y prosperidad en libertad de nuestra Historia, y que ha sido determinante para la transformación y modernización de España.
Su Alteza Real puso de relieve la "cualificada posición" que ocupa el Ministerio Fiscal "en nuestro edificio constitucional, que obliga al conjunto de poderes y órganos que integran nuestro Estado, a preservar y reforzar su imparcialidad, autoridad y operatividad, al tiempo que exige también a los Fiscales mantener y generar, con su recta actuación, la 'auctoritas' que requiere el ejercicio de su alta responsabilidad".
Asimismo, Don Felipe reconoció "el buen hacer y el bien ganado prestigio de los valiosos profesionales que componen la Carrera Fiscal", que se encuentran "en la primera línea de apoyo a nuestro ordenamiento y al Estado de Derecho, haciendo frente, con la Ley y desde la Ley, a situaciones comprometidas, difíciles y en ocasiones de gran dureza", y destacando "su trabajo abnegado, prudencia y dedicación, que sitúan nuestra Carrera Fiscal entre las mejor cualificadas del mundo y que os permiten ejercitar con éxito las trascendentales funciones que la Constitución os atribuye".
Tras rendir Su Alteza Real un especial homenaje de admiración y un emocionado recuerdo a los Fiscales que han perdido su vida en defensa de los derechos de los españoles, expresó, en nombre de la sociedad española, "el reconocimiento del que son legítimos acreedores, en la seguridad de que su ejemplo y su memoria siempre permanecerán entre nosotros". Don Felipe concluyó sus palabras manifestando su respaldo y afecto en "vuestra eficaz e imprescindible actuación, esencial para hacer valer los valores constitucionales, para la defensa y respeto de nuestro ordenamiento jurídico y para nuestra convivencia en democracia".
Una vez finalizada la reunión, el Príncipe de Asturias realizó un recorrido por las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, durante el que mantuvo un breve encuentro con los funcionarios, uniéndose seguidamente al resto de los asistentes en el vestíbulo principal, con lo que concluyó el acto.