Los Reyes y los Príncipes de Asturias recibieron en audiencia a la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España, encabezados por el decano, D. Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Aliaga, que acudió al Palacio de La Zarzuela acompañado por el secretario, D. Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, marqués de Valtierra; el tesorero, D. Don AlonsoÁlvarez de Toledo y Urquijo, marqués de Villanueva de Valdueza; y los diputados consejeros Dª Mercedes Falcó y de Anchorena, duquesa del Arco; Dª Alicia Koplowitz y Romero de Joseu, marquesa de Bellavista; D. Luis Guillermo Perinat y Elío, marqués de Campo Real; D. Francisco Javier Elío y Gaztelu, duque de Elío; D. Luis Medina y Fernández de Córdoba, duque de Santisteban del Puerto; D. Rafael Benjumea y Cabeza de Vaca, conde de Guadalhorce; D. Javier de Goyeneche y Marsans, conde de Guaqui; D. Jaime Lamo de Espinosa y Michels de Champourcín, marqués de Mirasol; D. Javier Benjumea Llorente, marqués de Puebla de Cazalla; Dª María Asunción de Bustos y Marín, duquesa de Estremera; D. José María de Areilza y Carvajal, conde de Rodas; y D. Rafael Atienza y Medina, marqués de Salvatierra.
La Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España es un organismo consultivo de la Administración del Estado en el que están agrupados los cerca de 300 Grandes de España. Las funciones que corresponden a esteórgano, además de las facultades de representación y gobierno, y las específicas que le atribuye la normativa que lo regula (Real Decreto de 27 de mayo de 1912), son las siguientes: elevar propuestas en relación a las Grandezas y Títulos del Reino, la convocatoria de las Asambleas, la custodia y administración de los bienes de la Corporación, la custodia del archivo y la biblioteca, y sobre todo, la función de Asesoría encargada de preparar los dictámenes e informes que a la Corporación o a su representación se pidiera.