La colección Aga Khan cuenta con valiosas y significativas piezas de la práctica totalidad de las dinastías históricas del mundo musulmán, de las que la exposición presenta un conjunto de 180 objetos en madera, piedra, oro, bronce, marfil, vidrio, cerámica, tejido, pergamino y papel, que resumen los mejores logros artísticos del mundo islámico a lo largo de 1400 años, en un extenso ámbito geográfico que se extiende desde la Península Ibérica, la antigua al-Andalus, a China.
Estas obras describen la magnificencia de las cortes de los abbasíes, fatimíes, safavíes o mogules, y demuestran la ductilidad del arte islámico, capaz de transmitir un mensaje, sólo a veces religioso, adoptando diferentes estilos y combinando, en ocasiones de modo caprichoso, elementos procedentes de tradiciones culturales dispares: de lo romano a lo persa, de lo turco a lo chino, de lo magrebí a lo hindú o a lo indochino, transformando lo imitado hasta darle personalidad propia. Entre las piezas expuestas destaca un rico grupo de manuscritos y miniaturas con representaciones figurativas, que se hallan entre las mejores realizaciones no sólo del ámbito islámico, sino de todo el arte universal.