sta muestra, organizada por la Tate Britain y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, con la colaboración del Museo Nacional del Prado, en conmemoración del centenario del nacimiento del pintor británico de origen irlandés, incluye muchos ejemplos fundamentales de su obra, cuyo impactante estilo figurativo le ha convertido en uno de los artistas más originales del siglo XX.
Francis Bacon tuvo una especial relación con nuestro país, reflejada en el gran conocimiento sobre los grandes maestros españoles que desprenden sus pinturas, y fue visitante asiduo del Museo del Prado en sus últimos años de vida, hasta su fallecimiento en Madrid en 1992.
A la llegada de Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias al Museo Nacional del Prado fueron recibidos por el ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina, el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, Plácido Arango, el consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Santiago Fisas, el presidente de Acciona y copatrocinador de la exposición, José Manuel Entrecanales, y por el director del Museo Nacional del Prado, Miguel Zugaza.
A continuación, al acceder al edificio, Sus Altezas fueron saludados por los miembros del real Patronato del Museo Nacional del Prado, una representación de la Comunidad de Madrid y por una representación de Acciona.
Posteriormente, Don Felipe y Doña Letizia se dirigieron a la zona de la exposición, donde tras recibir el saludo de los prestadores, del director adjunto de Conservación e Investigación del Museo del Prado, Gabriel Finaldi, y la comisaría de la exposición, Manuela Muela, iniciaron la visita a la exposición, que acoge 70 obras imprescindibles de Francis Bacon, imágenes impactantes del cuerpo humano, tema recurrente del artista, junto a otros cuadros de animales y paisajes, algunas de las imágenes de la historia del siglo XX como la?Crucifixión? o?El retrato del Papa Inocencio XX?.
Finalizado el recorrido, Sus Altezas Reales se dirigieron al claustro del Museo, donde se sirvió una copa de vino, tras lo cual Don Felipe y Doña Letizia fueron despedidos por las mismas personas que les recibieron a su llegada.