as Juventudes Musicales se crearon en Bélgica, en 1940, con el objeto de difundir la afición a la música entre los jóvenes. Su presencia en España se remonta a 1951. Desde entonces, además de la organización de conciertos y la promoción de orquestas de cámara, otorga becas de estudios para jóvenes músicos, entre otras actividades. Su labor ha sido distinguida con la concesión en 1999 de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Doña Sofía, a su llegada al Auditorio Nacional de Música, fue recibida por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, la presidenta de Juventudes Musicales de Madrid, Isabel Falabella, y el patrocinador de Juventudes Musicales, Marc Rich. A continuación, fue saludada por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Juan Carlos Marset, el director gerente del Auditorio Nacional de Música, Enrique Caracuel, y el director artístico, José Manuel López.
Su Majestad se dirigió, a continuación, a la Sala Sinfónica y ocupó su lugar en el anfiteatro para seguir el concierto, en el que la Orquesta Sinfónica de Madrid, bajo la dirección de Jesús López Cobos y con Mischa Maisky como violonchelo solista, interpretó la Suite para orquesta nº 4 en Sol mayor, opus 61 "Mozartiana" de Tchaikovsky, el Concierto para violonchelo y orquesta en Si menor, opus 104 de Dvorák, y la Sinfonía nº 40 en Sol menor, KV.550, de Mozart.
Durante el descanso, Doña Sofía recibió el saludo del director y los solistas.