Me alegra estar de nuevo en la entrega de los premios CEPYME. Un acto, sin duda, de gran relevancia para nuestro tejido empresarial, que este año, además, celebra su X edición. ¡Enhorabuena!
Estos premios, como acabamos de comprobar, sirven para reconocer, entre otros méritos: la proyección internacional de las empresas; su capacidad innovadora; la creación de empleo; su apoyo a la igualdad y a la inserción laboral de personas con discapacidad; la iniciativa emprendedora; el desarrollo de la tecnología y la digitalización o la incorporación de prácticas de sostenibilidad.
Categorías que, en estos 10 años si se comparan con las de la primera edición, en 2014, se han ido ampliando para incorporar a este reconocimiento público ámbitos que han adquirido una mayor importancia para nuestras empresas y para nuestra sociedad.
Felicito muy sincera y afectuosamente, a las empresas y empresarios galardonados; también a todos sus empleados. Enhorabuena por lograr que vuestro esfuerzo y dedicación de cada día cumpla con vuestros objetivos en la provisión rentable de los bienes o servicios a los que os dedicáis; generando así también riqueza y bienestar para la sociedad. Enhorabuena por cumplir con algo en lo que creéis profundamente.
Cada uno de vosotros habéis sido premiados en una categoría concreta, pero, si en algo os caracterizáis todos los empresarios, es precisamente por intentar cumplir, en la medida de lo posible, con todos esos valores en su conjunto.
Como ha señalado el presidente de CEPYME, recordad siempre que este reconocimiento, además de ser un estímulo para continuar en ese camino de excelencia que habéis demostrado, os otorga un valor de referencia, para otros empresarios o para futuros empresarios/as que puedan identificarse con vuestro ejemplo y servirse de él. A través de ese ejemplo es cómo se aprende realmente, y como se ayuda a estimular la motivación para trabajar en el buen camino.
Gracias presidente de CEPYME, querido Gerardo, por tus palabras. Sabéis, los empresarios, que siempre encontrareis un lugar de escucha y apoyo en la Corona.
La última edición en la que participé fue a principios de 2021. Habíamos pasado una gravísima pandemia que obligó a una reorientación empresarial, a importar más que exportar, una paradoja que evidenció la falta de una industria fundamental en Europa.
Aquel año, tras la recuperación de la demanda en las economías occidentales, el problema se hallaba en la oferta —y especialmente en Asia—. Ésta no crecía tan rápido como la demanda, lo que se tradujo en un desabastecimiento de productos industriales intermedios, fundamentales para nuestra industria, a lo que se sumaron innumerables problemas de logística, en lo que se llamó “la crisis de los contenedores”.
En 2022, Rusia invadió Ucrania, y esto alteró por completo el contexto internacional. Las sanciones a Rusia motivaron que España perdiera un mercado relevante para sus empresas y a ello se añadió el impacto en el precio de la energía. A pesar de nuestra limitada dependencia del gas y petróleo ruso, no estamos exentos de los efectos indirectos en el mercado internacional de la energía. Más recientemente tampoco se puede obviar el recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio.
Señoras y señores,
La internacionalización de nuestra economía fue una parte muy importante de la solución a la crisis de 2008 y sigue desempeñando un papel muy relevante ante la situación económica y comercial en la que nos encontramos. Las cifras demuestran que el impulso del sector exterior mantiene el crecimiento de la economía española a pesar del complejo entorno internacional.
España se caracteriza por una estructura empresarial muy atomizada, formada en su mayoría por pequeñas y medianas empresas. Ante cada dificultad que ha surgido, los empresarios habéis buscado todas las soluciones posibles porque ello —y permitidme que os lo diga así— forma parte de vuestro ADN. Y, dado que el futuro es incierto, es precisamente en las empresas, en las que hay que concentrar el apoyo, en particular, en las pymes.
Por ello, es muy relevante para vosotras, las pymes, que exploréis los medios existentes para poder crecer en tamaño. Hay múltiples iniciativas y programas para ello a vuestra disposición. Crecer permitiría que desempeñarais un papel aún mayor en el desarrollo socioeconómico de nuestro país, mejorar vuestra competitividad, crear mayor empleo cualificado y estable, mayor capacidad de inversión y generar un efecto arrastre para otras empresas de vuestras regiones y sectores. En definitiva, podríais ser protagonistas de un mayor bienestar para los españoles y de un mayor crecimiento de nuestra economía.
Sabemos que CEPYME es vuestra “casa”; que, con casi 50 años de organización consolidada, representa y defiende los intereses específicos de las pymes, en un modelo de perfecta coordinación con CEOE, para la defensa conjunta de los intereses de las empresas españolas, tanto en el ámbito nacional como internacional.
Antes de terminar, me gustaría agradecer a los organizadores la oportunidad que nos habéis dado a través de este acto para conocer mejor las fortalezas y capacidades del sector empresarial español. Os animo, queridos empresarios/as, a seguir trabajando en esa competitividad, flexibilidad y adaptación que habéis demostrado con creces, especialmente en los últimos años, tan desafiantes y complejos.
A través de un mayor esfuerzo en innovación, competitividad e internacionalización, y con los necesarios apoyos, lograréis llegar donde os propongáis. Aspirando siempre a ser mejores también haréis que España mejore. Confiemos, pues, —nunca he dejado de hacerlo— en el gran potencial de las empresas españolas.
Muchas gracias, enhorabuena a los premiados y feliz décimo aniversario.