Lo primero que quiero decir es que me alegra volver a encontrarme con los participantes del Congreso Iberoamericano de Periodismo aquí en Casa de América. Recuerdo muy bien la III edición de 2008 en Cáceres y miren por dónde se celebra ya la Xª. En los inicios estuve también, pero sólo a través de una pantalla, cuando se llamó "Nuevo Periodismo".
En esta ocasión, muy oportunamente, el congreso se centra en la comunicación como un elemento clave para lo que, desde cada vez más instancias y con cada vez mayor convicción, nuestras sociedades van asumiendo ─quizás, ciertamente, no con el ritmo ideal y con algo de retraso, pero sí─ como algo ya muy importante y difícilmente discutible para lograr avanzar, competir y progresar en el mundo moderno: la educación emprendedora; Esto es, la ampliación de la base o masa crítica de gente, de jóvenes sobre todo, con la capacidad y los conocimientos par poder acometer proyectos que generen valor añadido, riqueza, empleos, bienestar
Enhorabuena por esta iniciativa que, en años anteriores, ha abordado otras dimensiones de la comunicación y del periodismo, impulsando siempre una información libre, una información innovadora y también emprendedora.
"...necesitamos dar paso a iniciativas dinámicas, comprometidas, dirigidas e impulsadas por nuestros jóvenes quienes, en la búsqueda de un futuro mejor, contribuyen también a construir una sociedad más fuerte y solidaria. Una sociedad que busque desterrar el paro, afianzar la cohesión social y los valores de convivencia, y crear riqueza y bienestar para todos. Existen dificultades, no cabe duda, pero también tenemos la fuerza y la determinación para superarlas con éxito..."
Y enhorabuena por abordar este importante reto con la amplitud y visión del mundo que representa nuestra querida Iberoamérica, que es ese común denominador que nos vincula a más de veinte países y a cientos de millones de personas desde lo más profundo de nuestras identidades. Me refiero no solo a las lenguas, cultura e historia que tenemos en común, sino, muy especialmente, al acervo de principios y valores que compartimos en la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
En este contexto, y desde la perspectiva periodística que define este encuentro, hay que resaltar el valor que tiene la educación para el emprendimiento como instrumento fundamental de una comunicación moderna comprometida con su tiempo, con las nuevas realidades y con las exigencias de una economía altamente competitiva.
Por otro lado, debemos saber aprovechar también la potencialidad que nos ofrece el mundo iberoamericano; lo que significa comprender que este gran espacio multinacional se constituye en un inmenso ámbito de actuación propio y prioritario para los emprendedores iberoamericanos. Esta realidad cada día se toma más en cuenta y es un área de interés y trabajo sobre el que todos, gobiernos, instituciones, empresas, universidades, debemos incidir; y me consta que la Secretaría General Iberoamericana se toma muy en serio este reto y esta oportunidad, y nos ayudará a avanzar juntos.
De este modo, los congresos y los programas educativos y de emprendimiento de los que aquí se ha hablado representan la mejor intención de llevar el ímpetu emprendedor a las aulas universitarias de nuestros países. Necesitamos dar paso a iniciativas dinámicas, comprometidas, dirigidas e impulsadas por nuestros jóvenes quienes, en la búsqueda de un futuro mejor, contribuyen también a construir una sociedad más fuerte y solidaria. Una sociedad que busque desterrar el paro, afianzar la cohesión social y los valores de convivencia, y crear riqueza y bienestar para todos. Existen dificultades, no cabe duda, pero también tenemos la fuerza y la determinación para superarlas con éxito.
Termino ya mis palabras ─esto es una comida no una sesión formal del Congreso─ con mi felicitación muy sincera a quienes han recibido los premios del “Concurso Educa2020”. También quiero reiterar mi enhorabuena a los promotores y a todos los que habéis contribuido a que se celebre con éxito este Congreso de Periodismo Iberoamericano; y por el gran acierto de orientarlo a favor del emprendimiento con el objeto de dinamizar nuestra sociedad civil, nuestras universidades y centros de formación profesional, y a los estudiantes y docentes de toda Iberoamérica.
Muchas gracias por esta iniciativa que, desde una visión basada en la comunicación, ha sabido identificar con acierto retos y fortalezas de nuestras sociedades.