Muy buenos días y gracias, antes de nada, al Grupo Santander por acogernos una vez más en su magnífica Ciudad Financiera. Nos alegra mucho, a la Princesa y a mi, participar en este acto que resalta y da visibilidad una iniciativa que es claramente de gran beneficio social para España, sobre todo en los tiempos tan difíciles y especialmente críticos para nuestros jóvenes.
Y es que proporcionar recursos y apoyar mecanismos que les faciliten mejorar en sus etapas de formación, o en sus comienzos profesionales, para que adquieran experiencia y sean más valorados a la hora de buscar empleo, es, sin duda, una de las mejores maneras de ayudarles a tener un mejor futuro; y con ello claramente ganamos todos. Eso es precisamente lo que hacen estas becas Santander-CRUE-CEPYME que acabamos de entregar. Además son un excelente ejemplo de colaboración entre el mundo financiero, el académico y el empresarial; también, entre los sectores privado y público.
Ahora bien, no solo es importante y positiva la pluralidad de ámbitos y sectores que llevan a cabo esta cooperación; lo son aún más el “por qué” cooperan y el “cómo” lo hacen. Hemos visto y escuchado los fundamentos sobre los que se asienta este programa de becas, pero no está de más volver sobre ello ya que siempre podremos, entre todos, además de reconocer sus mejores utilidades, su valor añadido, reflexionar y proponer las formas y mecanismos para mejorarlo, para extenderlo o ampliarlo, con el fin de que se afiance el logro de los objetivos propuestos y se alcance un mayor impacto allí donde más se necesita.
Y esos objetivos son complementar, con una experiencia profesional, los conocimientos teóricos adquiridos en la Universidad; igualmente, ampliar la empleabilidad del universitario impulsando al mismo tiempo el espíritu empresarial y emprendedor, y favorecer una mayor aproximación, un dialogo más fructífero y eficaz que logre mucha más cooperación y encuentre muchas más sinergias, entre el mundo académico y el empresarial.
Estoy seguro de que, entre los aquí reunidos, no es preciso insistir en la importancia del genio emprendedor para relanzar la economía; en el papel clave de las pymes como principales creadores de empleo de nuestro tejido empresarial, y en la necesidad de conectar el conocimiento —a las Universidades, centros académicos y de investigación, generadores del conocimiento— con los agentes y sectores productivos.
Pero en el momento actual no cabe duda de que la situación económica y las elevadas tasas de paro juvenil exigen un esfuerzo adicional, tanto de los poderes públicos como de otros actores que puedan contribuir a crear empleo y a dinamizar la economía. Y en este contexto y para ese propósito debemos insistir en la importancia de la innovación, pues se trata de un factor absolutamente clave para estimular y afianzar el crecimiento, algo que evidentemente no siempre es fácil.
"...proporcionar recursos y apoyar mecanismos que les faciliten mejorar en sus etapas de formación, o en sus comienzos profesionales, para que adquieran experiencia y sean más valorados a la hora de buscar empleo, es, sin duda, una de las mejores maneras de ayudarles a tener un mejor futuro; y con ello claramente ganamos todos. Eso es precisamente lo que hacen estas becas Santander-CRUE-CEPYME que acabamos de entregar. Además son un excelente ejemplo de colaboración entre el mundo financiero, el académico y el empresarial; también, entre los sectores privado y público..."
Efectivamente, las dificultades para innovar son mucho mayores en el caso de las PYMES. Estas dificultades pueden afrontarse a través de la cooperación de empresas en actividades innovadoras y facilitando por diversos mecanismos su acceso al conocimiento, que es la fuente de la innovación. De ahí la relevancia de esta iniciativa que hoy nos congrega, porque fomenta ese acercamiento y colaboración necesarios entre la Universidad y las empresas pequeñas y medianas.
Hay otra cuestión que quiero mencionar hoy en esta oportunidad y es la de la transmisión de empresas. Cada año se pierden muchos puestos de trabajo en el conjunto de la UE y en España por no poder darles continuidad a negocios que con tanto esfuerzo se lograron crear.
Mediante la transmisión de empresas no solo se evita la pérdida de empleos, de conocimientos y de capital económico, sino que se puede facilitar a los nuevos emprendedores iniciativas viables que incrementen notablemente sus posibilidades de éxito. Invito a las Administraciones, las empresas y también los centros generadores de conocimiento a que sumen esfuerzos para encontrar las mejores vías con el objetivo de favorecer estas transmisiones tan necesarias que contribuyen a preservar o salvar empleos.
Las excelentes características, logros y potencialidades de este programa de becas ya han sido comentadas y glosadas en este acto en el que ponemos el foco sobre las PYMES y las Universidades y escuelas como agentes primordiales de la economía y de la sociedad.
Por ello, aprovechar esta ocasión para dar las gracias de nuevo tanto a las Universidades, por hacer lo posible para facilitar la mejor formación académica a nuestros ciudadanos; como a las empresas, por contar más con nuestros jóvenes profesionales y contribuir a su formación y experiencia prácticas en el mundo laboral. Ellas también se benefician con el dinamismo y la creatividad de nuestros jóvenes, de muchos de los mejores estudiantes de nuestros centros de educación superior. Les animo a que no dejen de demandar la participación de los alumnos de nuestras Universidades.
Pero en esta ocasión quiero, por supuesto, dedicar unas palabras de especial agradecimiento al Grupo Santander que, con generosidad y visión de futuro, financia este gran proyecto que tanto impacto —y tan positivo— está teniendo. Enhorabuena.
A los distinguidos con estas becas tengo la seguridad de que no es, ni mucho menos, necesario subrayaros la buena oportunidad que representan estas ayudas. Lo sabéis muy bien, pues conocéis de sobra las dificultades del entorno laboral y económico que vivimos. Por eso solo queremos felicitaros de corazón por haberlas conseguido en una dura competencia. Y desearos que las aprovechéis lo mejor posible y que podáis encauzar del modo más sólido y exitoso vuestra vida profesional y laboral. Os pido que miréis al futuro. Confianza en vosotros mismos y en España.
Termino ya con nuestro deseo a todos de una feliz Navidad y un excelente 2014. Porque el próximo año, con el esfuerzo y la solidaridad de todos, será un año mejor para España.
Muchas gracias.