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ajestad,La Reina se une a mí para expresaros de corazón nuestra más viva gratitud por Vuestras muy amables palabras y por la exquisita y generosa acogida que habéis querido dispensarnos, junto a Su Majestad la Reina Sirikit, al inicio de esta nuestra Segunda Visita de Estado al Reino de Tailandia.Nos alegra muy particularmente que esta Visita coincida con el Sesenta Aniversario de Vuestro Reinado, pues nos permite testimoniaros personalmente nuestra más sincera felicitación y afecto. La figura de Vuestra Majestad, que lleva desde los veinte años al frente de los destinos de Tailandia, constituye un referente de constante dedicación y entrega al desarrollo y bienestar del pueblo tailandés, promoviendo la armonía y la solidaridad.Nuestras relaciones bilaterales disponen de sólidas raíces seculares que se remontan a la llegada de los primeros españoles a estas tierras en el Siglo dieciséis y al envío de una primera Embajada en 1718 por parte de mi antepasado el Rey Felipe V. Unas relaciones estrechas que, ya en 1897, registraron la primera visita oficial de un monarca tailandés a España.Vivimos un excelente momento en el desarrollo de nuestras relaciones bilaterales que ofrecen amplias perspectivas y nuevas oportunidades.En el marco del reciente Plan Asia-Pacífico de mi Gobierno, nuestra cooperación bilateral goza de un carácter privilegiado, cuyo enorme potencial debemos saber aprovechar para situarla al nivel que bien merece y que todos deseamos.Pienso en particular, en la necesidad de impulsar nuestros flujos económicos que serán objeto del Foro Empresarial que mañana se inaugura. También en nuestros lazos culturales, que ofrecen prometedoras posibilidades. La presentación esta misma tarde de la primera edición en lengua tailandesa de la genial obra literaria española, Don Quijote de la Mancha, así lo ha puesto de manifiesto.Otro importante botón de muestra del potencial que encierra la amistad hispano-tailandesa, lo ofrece el ámbito de la seguridad y la defensa.Nuestras Fuerzas Navales mantienen unas relaciones de larga tradición que bien subraya el buque insignia de la Marina Real Tailandesa, el Porta-aeronaves Chakri Naruebet, construido en España y amadrinado hace diez años conjuntamente, por Su Majestad la Reina Sirikit, que con dicho motivo nos honró con Su grata Visita, y por la Reina Sofía.Majestad,Recordamos con profunda tristeza la enorme tragedia provocada, hace poco más de un año, por el tsunami que asoló las costas de varios países de la Región, causando en Tailandia enormes destrozos y miles de muertos, entre los que se encontraban ciudadanos españoles.Os reiteramos nuestro pesar y solidaridad por tan dramática catástrofe, al tiempo que nuestra admiración y reconocimiento por la grandeza humana, por la capacidad de recuperación y reconstrucción demostradas por Vuestro pueblo.Compartimos el orgullo de ser dos viejas Naciones con ricas culturas, al tiempo que pueblos jóvenes y dinámicos, comprometidos con la construcción de un futuro mejor, con la superación de los grandes retos a los que nos enfrentamos en el mundo de hoy: en particular, los derivados de las amenazas a la paz y seguridad, del flagelo del terrorismo, de la violación de derechos humanos, de la pobreza o las pandemias.Hoy disfrutamos de nuevo de Vuestra hospitalidad, y comprobamos lo acertado de la crónica escrita hace casi trescientos años por quien fuera el primer Embajador de España en estas tierras, Don Gregorio de Bustamante, al afirmar que andldquo;los siameses son gentes de natural hospitalarioandrdquo;.Con ese espíritu, permitidme, Majestad, que levante mi copa para brindar por Vuestra ventura personal, la de Su Majestad la Reina Sirikit y la de toda Vuestra Familia Real, por la paz, prosperidad y bienestar de la querida Nación tailandesa, y por la creciente amistad y cooperación entre Tailandia y España.