on Felipe y Doña Letizia viajaron a Logroño para presidir el funeral por los guardias civiles José María Galera Córdoba y Abraham Leoncio Bravo Picallo, que junto al intérprete de nacionalidad española y origen iraní Ataollah Taefy Kalilien, fueron asesinados ayer en la antigua base de Qala e Naw, de la provincia afgana de Badghis.
El capitán Galera y el alférez Bravo, que estaban destinados en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia Civil, con base en Logroño, pertenecían al contingente español de ISAF. Desde el pasado mes de marzo desarrollaban una misión de entrenamiento y formación de la Policía afgana.
A su llegada a la sede de la UAR, los Príncipes de Asturias fueron recibidos por el presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, Pedro Sanz, los ministros de Interior y Defensa, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, respectivamente, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, entre otras personalidades.
Don Felipe y Doña Letizia, acompañados por el coronel jefe de la UAR, Félix Torquemada Benito, se acercaron a los familiares y allegados de los guardias civiles fallecidos para expresarles sus condolencias y ofrecerles su solidaridad y consuelo.
A continuación, los féretros fueron trasladados a hombros por compañeros de los guardias civiles hasta el patio central de la UAR a los acordes del Himno Nacional. El Príncipe procedió seguidamente a depositar sobre los féretros las Cruces al Mérito Militar con Distintivo Rojo y las Cruces de Oro al Mérito de la Guardia Civil concedidas a los fallecidos.
Tras la imposición de condecoraciones, dio comienzo la Santa Misa, oficiada por el arzobispo castrense de España, monseñor Juan del Río Martín.
Tuvo lugar posteriormente un Homenaje a los que dieron su vida por España, que consistió en una ofrenda de una corona de laurel ante el monumento a los que dieron su vida por España, la entonación de "La muerte no es el final", el toque de Oración y una salva de honores.
Después de la entrega de los sombreros y las condecoraciones a los familiares más allegados y la interpretación del Himno de la Guardia Civil, los féretros fueron retirados a hombros de los compañeros de los fallecidos, con lo que concluyó la ceremonia.