su llegada a la Casa de América, Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias fueron recibidos por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el presidente del Senado, Francisco Javier Rojo, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el embajador extraordinario y plenipotenciario para la Conmemoración de las Independencias de las Repúblicas Iberoamericanas, Felipe González, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Tras acceder al interior y ocupar los Reyes y los Príncipes sus lugares en la mesa presidencial, Don Juan Carlos abrió la sesión y concedió la palabra al presidente del Gobierno. Una vez finalizada esta intervención, el Rey pronunció un discurso, en el que recordó que "en los próximos años se cumplirán dos siglos del nacimiento en América de nuevas Repúblicas movidas por unos mismos ideales y principios, entre los que destacan la libertad, la igualdad y la solidaridad. Ideales y principios que también se plasmaron en la Constitución de Cádiz de 1812, nuestro primer texto constitucional, cuyo ámbito de aplicación se extendía, por cierto, a los dos Continentes. Unos ideales y principios que han inspirado la andadura histórica a ambas orillas del Atlántico, como metas supremas e irrenunciables y pilares de la identidad de toda Nación moderna. Este Acto nos brinda, por todo ello, la oportunidad de rendir un homenaje de hondo respeto, merecida admiración y especial cariño, a todas y cada una de las Naciones iberoamericanas".
Su Majestad puso de relieve la importancia de las Cumbres Iberoamericanas, que se han convertido "en piedra angular para el proceso de construcción de una Comunidad Iberoamericana más libre, próspera y justa" y animó a "reforzar nuestro trabajo en común, nuestro peso e identidad en todos los ámbitos a escala internacional, y para mejor superar los desafíos del mundo en que vivimos. Se trata de que nuestra voz sea tenida más en cuenta, contribuyendo generosa y positivamente a crear una sociedad internacional más libre, justa, democrática y solidaria".
Asimismo, Don Juan Carlos señaló como objetivo de España "favorecer un salto cualitativo en las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y Caribe, durante nuestra Presidencia del primer semestre de 2010", con el fin de "lograr un nivel de relación bi-regional a la altura de la especial vinculación histórica y cultural, y de los grandes principios y valores que ambas regiones compartimos".
Antes de concluir, el Rey reiteró "el respeto y afecto de España al conjunto de Naciones libres, iguales, soberanas e independientes nacidas en América hace dos siglos y con las que nos sentimos profundamente hermanados".
Después de levantar Don Juan Carlos la sesión, los Reyes y los Príncipes mantuvieron un breve encuentro en el Salón Borges con los miembros del Gobierno, poderes del Estado, ministros iberoamericanos, presidentes de Comunidades Autónomas, embajadores extranjeros acreditados en España y el resto de personalidades asisntes. A su término, Su Majestad el Rey fue despedido por las mismas personalidades que le recibieron a su llegada, mientras que Su Majestad la Reina y Sus Altezas Reales regresaron al auditorio para asistir a la conferencia inaugural "El Futuro de la Comunidad Iberoamericana: ¿Qué podemos hacer juntos?", a cargo de Felipe González.