a Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) es una institución privada, sin ánimo de lucro, no confesional e independiente de toda filiación política, de carácter benéfico-asistencial. La FAD tiene como misión fundamental la prevención de los consumos de drogas y sus consecuencias.
A su llegada a la sede de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, Su Majestad la Reina fue recibida por el presidente de la FAD, José Ángel Sánchez Asiaín, el director general de la FAD, Ignacio Calderón, y los patronos de la FAD.
A continuación, Doña Sofía abrió la sesión, en la que, entre otros temas, se abordaron las actividades realizadas y el informe económico del año 2012, así como la designación de los nuevos patronos.
La FAD lleva más de 25 años trabajando en la prevención de la drogadicción y los problemas derivados y en la implementación de estrategias educativas para la infancia, la adolescencia y la juventud. Tiene además una amplia experiencia en el fomento de la investigación y el estudio de la juventud en relación al consumo de drogas y otras temáticas asociadas, como los valores sociales, las nuevas tecnologías, el compromiso social, el sexo, las relaciones familiares o la educación.
Creada en 1986 con el respaldo de empresas, instituciones y profesionales, la fundación desarrolla sus actividades en colaboración con otras organizaciones de la sociedad civil que entienden que los problemas de drogas requieren una respuesta solidaria, que debe articularse principalmente desde el ámbito de la prevención. A lo largo de su historia, la FAD ha pretendido integrar la contribución de expertos de diferente perfil, para mantener una línea innovadora en sus estrategias y programas, y poder constituirse como un referente orientador y estimulador de otras propuestas. Una de las características diferenciales de la FAD es su apuesta por prevenir los riesgos de las drogas a través de estrategias educativas, para lo que actúa de forma muy destacada en el ámbito de la educación formal e informal. La FAD promueve la educación preventiva en todos los niveles -escuela, familia y comunidad-, buscando objetivos específicos relacionados con los consumos de drogas, y atendiendo, secundariamente, a otras conductas de riesgo psicosocial. Asimismo, mantiene líneas de investigación sobre las causas y consecuencias de los consumos de drogas, propuestas de formación de profesionales y mediadores, sobre todo utilizando nuevas tecnologías, y campañas de sensibilización y movilización sociales.