Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Activitats i agenda
  • Escuchar
  • Imprimir la página
  • Enviar a un amigo
  • Suscribirse al RSS de la página
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Linkedin

Palabras de Su Majestad la Reina en el acto de recepción del Doctorado "Honoris Causa" Por La Universidad de Evora

Portugal, 01.02.1996

Quiero que mis primeras palabras vayan dirigidas a expresar al Excelentísimo y Magnífico Señor Rector, al Claustro de Doctores y Profesores, a los Estudiantes y a todos aquellos que me honran con la más alta distinción de esta secular Universidad, mi más sincero y emocionado reconocimiento.

La concesión del Doctorado que hoy se me otorga la considero como un noble gesto que refleja fielmente la relación fraterna que tradicionalmente ha unido a nuestros pueblos. Si siempre estuvo Portugal arraigado en el afecto de mi familia, desde hoy Evora ocupará un lugar preferente en mi corazón.

Quiero agradeceros, Señor Presidente, vuestra presencia en este solemne acto académico. Como hombre de Estado y como hombre de cultura habéis contribuido como nadie a reforzar, en todos los órdenes, los viejos y entrañables lazos peninsulares. Los españoles todos, y mi familia muy especialmente, nos sentimos muy agradecidos por vuestra firme y siempre desprendida amistad. Mi gratitud igualmente, al  Presidente Electo de la República, Don Jorge Sampaio, por su asistencia a este acto.

También deseo hacer extensivo mi reconocimiento a la Doctora Doña María Jesús Barroso por la gentileza de leer la Laudatio. Durante largos años he seguido con atención vuestro fraterno compromiso en beneficio de los más desfavorecidos. Vuestro talante abierto, comprensivo y generoso ha sabido estimular y llevar a buen término las justas causas de la tolerancia y la solidaridad. De ahí la gran satisfacción con que acogí la idea de vuestro Madrinazgo para este acto.

La Universidad y la ciudad de Evora, que por su extraordinaria belleza y riqueza monumental ha sido considerada Patrimonio de la Humanidad, tuvieron un protagonismo y un papel fundamental en la Historia de Portugal, que los españoles comprendemos muy bien.

Porque esa historia está llena de paralelismos con la de España, pues no en vano nuestras dos naciones fueron crisol del quehacer de pueblos, civilizaciones y culturas diferentes, que enriquecieron con su presencia el legado histórico y cultural de la Península Ibérica.

Estoy segura de que esta tarde, cuando tenga el privilegio de recorrer las calles de esta noble y vieja ciudad, sentiré la emoción de tantas gestas del pasado, que fueron posibles gracias al valor  individual de personajes de epopeya como Geraldo Sem Pavor, tan semejante a nuestro Cid Campeador, y al espíritu colectivo de un pueblo tan audaz como el portugués.

La Universidad de Evora ha estado íntimamente ligada a la vida cultural y docente española. Desde el comienzo de su andadura, allá por el año 1559, contó con profesores españoles que contribuyeron a acercar las humanidades y la ciencia entre ambos países. En este sentido, quisiera recordar y homenajear a los excepcionales teólogos, filósofos y juristas Francisco Suarez y Luis de Molina, este último profesor de Teología en esta Universidad durante un dilatado período de tiempo.

El prestigio alcanzado por la Universidad de Evora pronto hizo que las enseñanzas que se impartían en sus aulas se expandieran por todo el mundo, en un momento en el que el espíritu y el sueño de gloria de la gran nación portuguesa alcanzó una proyección exterior difícil de superar.

Hoy, esta antigua y noble Universidad encarna el símbolo de unión entre el pasado y el presente. Entre estos viejos muros se han abierto camino, sin olvidar las Enseñanzas clásicas, las nuevas disciplinas impuestas por el progreso, las ciencias emergentes y la revolución tecnológica. Hago votos por el éxito que, sin duda, tendrá en esta nueva andadura.

En un momento decisivo de la construcción europea, la contribución de las Universidades es de vital importancia para dar auténtico sentido humanístico a este proceso. Las Universidades de nuestros países, que tanto aportaron en el pasado a la definición y consolidación de los valores que conforman la Europa actual, tienen una oportunidad muy especial para hacer oir nuevamente su experimentada voz ante los retos que la nueva Europa ha de acometer en el futuro.

El espíritu de colaboración e intercambio que animó a nuestras Universidades en otras épocas es un estímulo para que nuestras relaciones culturales y científicas nos permitan renovar el largo y fructífero viaje conjunto que ya hicimos en el pasado para descubrir nuevos mundos. Esta vez el objetivo, mucho más cercano y familiar, es nuestra querida y vieja Europa.

Agradezco una vez más de todo corazón el alto honor que hoy me concedéis, y que entiendo es una muestra más de la generosidad y el cariño del pueblo portugués hacia mi país, lo que me conmueve especialmente.

Muchas gracias.

Tornar a Discursos
  • Escuchar
  • Imprimir la página
  • Enviar a un amigo
  • Suscribirse al RSS de la página
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Linkedin