Nos reunimos una vez más en este almuerzo tradicional que celebramos con ocasión de la reunión anual del patronato del Instituto Cervantes. Es un encuentro que, sin duda y como saben, nos gusta y nos alegra de manera muy particular a la Reina y a mí; y para el cual les damos a todos nuestra bienvenida más cordial, nuevamente aquí en el Palacio Real de El Pardo.
Contamos, como es costumbre, con la grata asistencia de embajadores de muchos países amigos, no solo de naciones iberoamericanas de lengua española, sino también de otras con las que España mantiene estrechas afinidades culturales, históricas y, por supuesto, lingüísticas.
En la reunión del Patronato que acabamos de mantener, hemos evaluado la situación del idioma español en el mundo y la actividad del Instituto Cervantes en la protección y promoción de esta lengua común de más de quinientos millones de personas y más de veinte países de todos los continentes.
"...el español es un idioma universal que se pone al servicio de la Comunidad Internacional. Su fortalecimiento en tantos espacios y rincones del planeta contribuye a garantizar la mayor diversidad lingüística en el mundo. Son muy pocos los idiomas que, por su pujanza y su peso, pueden desempeñar esta importante función y el español es, probablemente, uno de los más significados..."
El auge de nuestro idioma en términos generales ─como lengua materna, de estudio, de los negocios, de las relaciones internacionales, de Internet, en suma, como segunda lengua de comunicación internacional─ es un hecho objetivo bien conocido. Por ello, los retos a los que se enfrenta son más bien los desafíos propios del crecimiento.
En este escenario, positivo pero complejo, los españoles siempre hemos tenido muy claro que somos únicamente “copropietarios” de este tesoro cultural y lingüístico que compartimos con tantos hispanohablantes del mundo. Por eso, el Instituto Cervantes, que colabora estrechamente con otras instituciones de países terceros, actúa desde una clara visión iberoamericanista y promueve no solo el español y la cultura española, sino toda la cultura en español.
Y, atendiendo a la diversidad idiomática intrínseca de la propia España, el Instituto fomenta igualmente el aprendizaje de las demás lenguas cooficiales de nuestro país, una riqueza que es reflejo de nuestra diversidad y de la que nos sentimos muy orgullosos.
Dicho esto, el principal mensaje que deseo transmitir hoy aquí ante una representación cultural, académica y diplomática tan amplia, es que el español es un idioma universal que se pone al servicio de la Comunidad Internacional. Su fortalecimiento en tantos espacios y rincones del planeta contribuye a garantizar la mayor diversidad lingüística en el mundo. Son muy pocos los idiomas que, por su pujanza y su peso, pueden desempeñar esta importante función y el español es, probablemente, uno de los más significados.
Termino ya, y para ello quisiera alzar mi copa y brindar con todos ustedes para que los hispanohablantes sigan proyectando nuestro idioma común con la eficacia y la estima que merece; y para que los países no oficialmente hispanohablantes, pero que sienten cercana nuestra lengua, la consideren siempre como un instrumento de amistad y de comunicación que les ofrecemos de todo corazón todos los que hablamos español.
Muchas gracias.