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ermitidme que antes de nada agradezca a Antonio Asensio Mosbah la amable invitación que nos ha dirigido a la Princesa y a mí para participar en este Acto de entrega del Premio de Periodismo dedicado a la memoria de su padre D. Antonio Asensio Pizarro. Gracias Antonio por tus palabras llenas de sincero afecto. Y Gracias también al Expresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa por su intervención. Enhorabuena !
Queremos saludar de manera muy especial a Doña Chantal Mosbah y a toda la familia Asensio, que de nuevo nos acoge con su cálida hospitalidad. A todos los presentes gracias por vuestra presencia, compañía y expresivo recibimiento. Y cómo no, dedicamos un sentido recuerdo a D. Antonio Asensio Pizarro: trabajador infatigable, cuya intensa pasión por el periodismo, aguda percepción de la realidad e iniciativa empresarial le llevaron a fundar el Grupo Zeta, uno de los grandes protagonistas del panorama mediático español.
Desde su Primera Edición, estos Premios han buscado esos "modelos elevados", de los que nos hablaba Baltasar Gracián. Los Jurados han actuado con plena conciencia de que el periodismo modélico es independiente del soporte, ya sea escrito o audiovisual.
De manera que en este marco felicitamos muy cordialmente a la Sociedad Interamericana de Prensa y a su Expresidente, Don Enrique Santos, por esta merecida distinción. De hecho las razones por las que este Premio nació hace siete años coinciden con objetivos fundacionales de la Sociedad premiada, como la defensa de la dignidad, los derechos y las responsabilidades del periodismo o la salvaguarda de la libertad de prensa. El Premio pone de relieve también la pujanza de los medios de comunicación en toda América, como confirman las 1.300 publicaciones afiliadas a la S.I.P., con un total de circulación que supera los 43 millones de ejemplares en papel, así como su alto y creciente número de lectores en la red.
Estamos premiando, además, cualidades como la capacidad de enriquecer o potenciar la sociedad a través de la información, el desvelo por el fomento de los valores democráticos o el empeño en la promoción de la tolerancia y el progreso humano. De este modo, la nunca fácil profesión periodística, que estos Premios galardonan, contribuye a hacer más comprensible la realidad. Al mismo tiempo estimula el intercambio libre, abierto y respetuoso de ideas, que articula en opiniones diferentes para potenciar la capacidad de decisión individual y colectiva.
Todo ello configura un primer eje de coordenadas, al que hoy se añade otro de importancia equivalente, determinado por las transformaciones derivadas de las nuevas tecnologías, así como por la grave crisis económica que atravesamos, y cuyo efecto más lacerante es el desempleo.
De hecho, el periodismo mundial en el primer cuarto del nuevo siglo está asumiendo el desafío y la oportunidad de formular nuevos modelos de comunicación e información, con toda la dificultad y la confusión que eso genera.
Recuerdo a Baltasar Gracián de nuevo. El autor barroco con su peculiar estilo sentenciaba: "Hombre sin noticias, mundo a oscuras". Es difícil decir más en menos tiempo. Sin embargo, todos somos también conscientes de que "más" no siempre equivale a mejor información. En otras palabras, el progreso de la profesión periodística -tanto de sus contenidos como de sus estructuras- conlleva un periodismo de calidad, que estas distinciones buscan reconocer. Calidad técnica, sin duda, y -especialmente- calidad del mensaje, que atrae al público con su rigor, honradez y fiabilidad. Esa excelencia profesional estimula el talento de nuestros periodistas y la enseñanza especializada que nuestras Universidades les aportan. Los profesionales de la información bien formados añaden a las "sociedades abiertas", que propugnaba Karl Popper, mayor seguridad en sí mismas.
Es cierto que la calidad informativa deriva del buen hacer del informador al que Raymond Aron llamaba "observador crítico". De igual forma, esa calidad requiere empresas y entidades capaces de respaldar y potenciar a los profesionales, como la Sociedad premiada en esta Edición.
Con nuestra enhorabuena al Jurado, que ha sabido llevar adelante una siempre compleja y difícil elección, reiteramos nuestra felicitación más cordial a la SIP. Estoy seguro de que este nuevo reconocimiento alentará a sus miembros en el continuo desarrollo de la excelencia en la profesión periodística, y de la libertad que impulsa la democracia en todo el mundo.
Y sé que no hace falta decírselo pero, Don Enrique y demás miembros de la SIP, sigan adelante !!
Muchas gracias.