Muchas gracias a los organizadores de esta II Jornada sobre Moda y Necesidades Especiales, por vuestra invitación para acompañaros en este foro.
La razón por la que hoy estamos aquí es por que hay muchas personas en nuestro país que tienen entorpecida o impedida alguna de las actividades cotidianas que consideramos normales debido a una alteración de sus funciones intelectuales o físicas. Lo que acabo de decir, que así dicho resulta distante y frío, esconde algunas preguntas.¿Qué es una actividad cotidiana y normal?¿Quién encaja en esta definición, quién está detrás de ella? Detrás de estas palabras hay personas que ríen y sufren, que se caen y fracasan, que también ganan y disfrutan de la vida a veces... Están contentas en ocasiones. Otras, tienen un disgusto. Algunas de estas personas tienen una discapacidad o una necesidad especial. Son personas que también pasan delante de escaparates cuando dan un paseo y quizá ven una camisa bonita. Y a lo mejor se la quieren comprar. Entonces pueden aparecer los problemas. Cómo entro en la tienda, me entenderá el dependiente, encontraré mi talla, cómo me pruebo esa camisa, llegaré al mostrador, quién me ayuda...
"...Estamos obligados a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad...."
Éste es el pan de cada día de las personas con discapacidad. Y nos importa mucho esta situación. Creemos que hay que ganar ese espacio. Que hay que buscar complicidades entre todos los que estamos aquí, entre toda la sociedad. Complicidades para que las personas con otras necesidades diferentes a las nuestras puedan elegir lo que quieren hacer y cómo quieren vivir. Para que el problema, si lo hay, sea otro diferente a ese?es que mi silla de ruedas no puede pasar?. O ese otro?lo siento pero no tengo su talla?. Que el problema sea, como para todos, que la camisa no era tan bonita como pensábamos o que nos resulta demasiado cara.
Estamos obligados a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. En ocasiones el mayor límite es que quienes nos rodean nos conviertan en personas con discapacidad. Porque las personas con necesidades especiales saben lo que quieren. Y quieren lo mismo que cualquiera. Libertad para equivocarse o para acertar. Libertad para vivir. Ayudémosles. También nos estamos ayudando a nosotros. Es así de sencillo. Cada uno desde su lugar. El diseñador, el fabricante de mostradores, el instalador de expositores, el fabricante de prendas... Y nosotros hoy aquí, utilizando la palabra para pedir esas complicidades de todos los que formamos parte de la sociedad española. Seguro que cuando acabe el día de hoy, más personas se pararán a pensar en por qué no valoramos lo que no nos cuesta trabajo. Ir a ver una película, levantarme de esa silla y volver ahora a la oficina, comprar esa camisa... Parémonos todos a pensar y luego pongámonos en marcha.
Espero que lo que hoy discutáis aquí nos ayude también a ver más claro y a ser más valientes para que el verbo elegir signifique lo mismo para todos.
Muchas gracias.