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Palabras de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en la Recepción a la Colectividad española

Brasilia, 23.02.2005

L

a Princesa y yo sentimos una profunda alegría al poder compartir con todos vosotros este encuentro con ocasión de nuestra primera Visita Oficial a Brasil, que es también la primera de este tipo que realizamos a un país iberoamericano.

De los actos programados para nuestra estancia en Brasil, los encuentros previstos con la colectividad española nos resultan especialmente gratos y entrañables. Nos permiten saludaros personalmente y acercarnos un poco más a vuestras vidas, a la vez que transmitiros nuestro cariño, junto al afecto y respaldo de España.

También esperamos con especial ilusión las otras recepciones con las colectividades españolas, mañana en São Paulo y el viernes en Salvador de Bahía. En ambas ciudades nos encontraremos con otros muchos compatriotas que un día decidieron, como vosotros, unir sus vidas y sus destinos a este gran país, al que debemos agradecer muy sinceramente la hospitalidad con que os ha acogido.

Me consta la abnegación y el sacrificio con los que os habéis abierto camino en un entorno nuevo y vuestro alto grado de integración social en esta gran Nación que se distingue por valores tales como la tolerancia, verdadera base de toda convivencia, el mestizaje enriquecedor y una enorme capacidad de entusiasmo.

Con vuestro esfuerzo y laboriosidad, habéis participado en el despegue del Brasil de ayer y estáis contribuyendo a la creación del Brasil de hoy y del mañana.

Una entrega al desarrollo y al progreso de esta gran Nación que, al mismo tiempo, constituye una valiosa aportación al reforzamiento de los vínculos, cada vez más estrechos, más sólidos y fecundos que unen a Brasil y España.

Por todo ello, os expresamos la admiración y el reconocimiento que bien merecéis por vuestra importante labor diaria, en los más variados sectores de actividad, realzando la imagen y el prestigio de España en Brasil.

Un país en el que, como bien sabéis, no sólo crece el interés por nuestra lengua y cultura, sino también nuestros vínculos en sus más diversas facetas, institucionales, empresariales, educativas, técnicas o de cooperación.

Os animo aquí en Brasilia a seguir cultivando los vínculos permanentes con España que habéis preservado, y a transmitirlos a vuestros hijos para que sigan proyectando hacia el futuro esa admirable imagen de laboriosidad, tesón, entrega y solidaridad que distingue a la colectividad española en Brasil.

Y finalmente os hago un ruego; que hagáis llegar el cariño de la Princesa y el mío propio a cuantos compatriotas no han podido acompañarnos en este acto. Un cariño que queremos reiterar a cuantos habéis tenido la amabilidad de acudir a este encuentro, en muchos casos desde lugares muy alejados de esta capital.

Os deseamos mucha felicidad personal junto a vuestras familias, así como también muchos éxitos en vuestro trabajo y proyectos.

Muchas gracias por vuestra presencia.

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