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Palabras de S.M. el Rey en el Parlamento

Atenas, 26.05.1998

S

eñor Presidente,

La Reina y yo recibimos las palabras que nos acaba de dirigir con sincero agradecimiento, tanto por su cordialidad como por el significado que tiene escucharlas aquí, en esta ciudad cuna y símbolo de un sistema político basado esencialmente en el entendimiento entre los hombres.

Desde hace más de un siglo, esta Cámara es el nervio de la democracia griega moderna, y actualiza en el presente el legado de las Asambleas que en la época clásica articularon un modelo de participación ciudadana del que todos nos sentimos herederos.

De ellas aprendimos que el amor a la libertad es capaz de vencer a sus más fuertes enemigos, y también que para ser dueños de nuestros destinos debemos adiestrarnos en el arte de dirimir nuestras diferencias al amparo de los valores que compartimos.

La democracia es un ideal que materializa en la vida política los derechos fundamentales de la persona y los principios que informan sus actividades y relaciones sociales.

De ahí la trascendencia del Parlamento como escenario de una pluralidad cuyas energías se encaminan a formular un proyecto común, y a facilitar su realización con el concurso de todos cuantos en él participan y sienten como propia la responsabilidad de llevarlo a cabo.

Tiene la lengua griega una palabra muy propia para definir esta institución: "Vulí", que toma su raíz del griego clásico. Gracias a ello, su sentido va más allá del simple "Parlamento", al insistir en la idea de la "reflexión y la solución de los problemas".

Este es el objetivo específico de la función parlamentaria: asumir las preocupaciones y resolver los conflictos de cada día mediante un diálogo permanente, que desemboque en espacios de convivencia de los que surjan soluciones aceptables y eficaces.

Ustedes representan las ilusiones e intereses de un pueblo que ha dado pasos decisivos, en circunstancias a veces muy difíciles, para diseñar y conducir su propia trayectoria en el mundo agitado del siglo que ahora termina.

Un pueblo al que los españoles nos sentimos muy cercanos, por nuestra condición mediterránea, nuestra común vinculación a Europa, y la experiencia de nuestro proceso de democratización y desarrollo.

Por eso es para nosotros motivo de especial satisfacción visitar esta Institución, que usted, Señor Presidente, tan brillantemente dirige, y que puede enorgullecerse de contar con un amplio espectro político de muy diversos partidos, cuyos representantes se encuentran hoy entre nosotros, fortaleciendo la pluralidad y convirtiéndose a la vez en fuente de estabilidad para la nación.

Señor Presidente, Señorías,

Mediante la representación que tan dignamente ejercen, han adquirido una responsabilidad que tiene también su reflejo en el área internacional, pues cada vez más las relaciones exteriores consideran como elemento indispensable la participación de los Parlamentos como expresión del sentir de sus países respectivos.

En este contexto se ha creado el Comité Hispano Griego de Amistad Parlamentaria. Celebro que esta iniciativa haya nacido con el apoyo de ambas Cámaras, y estoy seguro de que contribuirá al fortalecimiento de las relaciones existentes entre nuestros dos pueblos.

Con esta confianza,  termino expresándoles nuestros deseos de éxito en esta misión y en las que con ejemplar dedicación asume este Parlamento, como representante del pueblo griego y su glorioso legado.

Muchas gracias.

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