u Alteza Real el Príncipe de Asturias presidió esta tarde el acto de entrega del Premio Internacional don Juan de Borbón de la Música a José Antonio Abreu, impulsor en Venezuela de una red de orquestas infantiles, juveniles y coros que involucra a cerca de 250.000 jóvenes.
Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, a su llegada al Alcázar de Segovia, fue recibido por el presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, Miguel Alejo Vicente, el alcalde de Segovia y presidente de la Fundación Don Juan de Borbón, Pedro Arahuetes, la consejera de Cultura y Turismo en funciones de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, el general presidente del Patronato del Alcázar y el director de la Fundación Don Juan de Borbón. Seguidamente fue saludado por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Segovia, Clara Luquero, por los miembros del Patronato del Alcázar de Segovia y los de la Fundación Don Juan de Borbón.
Posteriormente, Don Felipe se dirigió al Salón de Reyes donde ocupó su lugar en la mesa presidencial, luego el relator, Alfredo Matesanz, abrió la sesión y tomaron la palabra sucesivamente el alcalde de Segovia y presidente de la Fundación Don Juan de Borbón, la consejera de Cultura y Turismo, y el director de la Fundación Don Juan de Borbón, quien leyó el acta de concesión del Premio a José Antonio Abreu.
Este premio está dotado con 60.000 euros y una pieza elaborada por la Real Fábrica de Cristales de La Granja, y se convoca anualmente por la fundación que lleva el nombre del conde de Barcelona, cuyo presidente de honor es el Príncipe de Asturias.
Tras unas palabras de agradecimiento del premiado, Su Alteza Real dirigió unas palabras en las que destacó que el maestro José Antonio Abreu y su trabajo en la creación de jóvenes orquestas en Venezuela "es un modelo para la formación" y es un valioso ejemplo seguido por innumerables músicos en todo el mundo.
Asimismo, Don Felipe reconoció la "fabulosa labor musical" del premiado y mostró su satisfacción por "poder compartir la admiración internacional de que goza su valioso ejemplo".
Posteriormente, Su Alteza Real se dirigió a la Sala de juntas, donde firmó en el Libro de Honor y le hicieron entrega de la Llave del Alcázar.
A continuación, posaron en una fotografía de grupo con el Patronato de la Fundación y el premiado, para seguidamente departir unos minutos con los asistentes antes de ser despedido por las mismas personas que le recibieron a su llegada.