a Orden fue instituida en 1814 por Fernando VII, a propuesta del Consejo de Guerra y Marina, para reconocer la constancia en el servicio militar a los oficiales del Ejército, y se decretó la celebración anual del Capítulo de la Orden, que en la actualidad tiene carácter bienal. Se elige como lugar de reunión el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial por su vinculación con San Hermenegildo, que guarda la principal reliquia del Santo, y ser panteón real de todos los Reyes y Soberanos de la Orden.
A su llegada a la Lonja Principal del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Su Alteza Real el Príncipe de Asturias fue recibido por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de Ejército Jaime Domínguez Buj; el Gran Canciller de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, general de Ejército José Rodrigo Rodrigo; el Censor de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, general de brigada del Cuerpo de la Guardia Civil José Pantojo Romero y, por último, por el coronel jefe de la Guardia Real, Ramón Álvarez de Toledo Álvarez de Builla.
Don Felipe pasó revista acompañado por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, el teniente general jefe del Cuarto Militar, y el oficial que manda la Agrupación de la Guardia Real que rinde honores.
A continuación, Don Felipe recibió el saludo del resto de autoridades civiles y militares, y el de los caballeros de la Orden de San Fernando que asistieron a los actos. Tras éste acto, Su Alteza Real se dirigió a saludar al Estandarte de la Orden de San Hermenegildo y de manera colectiva a los Caballeros Capitulares para, posteriormente, realizar la imposición de condecoraciones correspondientes a ascensos y nuevos ingresos de Caballeros en la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
En la Tribuna Real, Don Felipe asistió al acto de homenaje a los que dieron su vida por España, que incluyó el desplazamiento del Estandarte de la Orden de San Hermenegildo, el de los Caballeros Alumnos de las Academias Militares y el de Guiones, Banderines y portacoronas, además de un toque de oración, una salva de fusilería y el desfile ante la Tribuna Real de la Guardia Real.
El Cortejo Procesional atravesó el Patio de Reyes y se dirigió a la Basílica, donde en Arzobispo Castrense de España celebró una Santa Misa, previa a la celebración del Capítulo de la Orden.
Según establecen las Reales Ordenanzas, en la Orden de San Hermenegildo ingresan los militares de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil que acreditan constancia en el servicio y una conducta intachable.