Premiados, Miembros del Jurado, Señoras y Señores,
Buenas noches a todos y muchas gracias por vuestra bienvenida, así como por las palabras de afecto con las que nos habéis recibido, este año aquí en la ciudad de Cádiz. La Princesa y yo nos sentimos nuevamente muy honrados de acompañaros en una edición más del Premio Nacional Joven Empresario –y ya son 13; pero sobre todo nos motiva y nos agrada compartir una celebración que, aún en los tiempos tan difíciles que vivimos, es importante mantener, para seguir dando prestigio y ánimo al impulso creador y emprendedor que os caracteriza como empresarios y como organización.
Además, consideramos muy importante estar cerca de la vitalidad y esperanza de futuro que representáis también como jóvenes; particularmente de los que creéis que con esfuerzo, compromiso, rigor e ilusión innovadora, se pueden mejorar las cosas y, efectivamente, de los que queréis que sea así y trabajáis por ello, en beneficio de cada cual, pero también en el beneficio del conjunto de nuestra sociedad.
Vuestra ciudad anfitriona, Cádiz, ha tenido –o está teniendo- un protagonismo muy merecido durante todo este año. Su relevancia para España, para Europa, para América y para Occidente en general es enorme a través de su historia milenaria. Pero especialmente este año rememoramos con orgullo su papel de hace 200 años como cuna de nuestro constitucionalismo y referencia fundamental para la historia política y jurídica, europea y americana.
Por otro lado, Cádiz ha sido desde su fundación sinónimo de emprendimiento, punto de confluencia de navegantes y comerciantes, y puerto de convergencia de culturas y civilizaciones. Felicitamos a CEAJE por haber elegido esta ciudad para la entrega de su Premio Nacional que, en esta oportunidad, viene acompañado por los Accésits al Compromiso Social, a la Internacionalización, a la Innovación y al Relevo Generacional. Gracias Alcaldesa, gracias AJE Cádiz por acogernos este año, por el esfuerzo y puesta en escena de este gran encuentro de los jóvenes empresarios de España.
Nos alegra —y agradecemos— la presencia tan numerosa de jóvenes empresarios y, también, la de todas las personalidades, organizaciones e instituciones que nos acompañan esta noche.
"...los jóvenes empresarios, con vuestra vitalidad, tesón y vocación infundís la confianza y el liderazgo necesarios para seguir avanzando y creciendo a partir del rigor y de la solidaridad; unas cualidades y unos valores fundamentales para fomentar el espíritu empresarial que no sólo reclama nuestro mercado interno, sino que son imprescindibles, también, para poder aprovechar las oportunidades que ofrece la internacionalización de nuestra economía..."
Señoras y Señores,
La creación de puestos de trabajo, de riqueza y de bienestar se debe a muchos esfuerzos públicos y privados muy variados, entre los que destaca la iniciativa de muchas empresas, sobre todo PYMES, cuyo protagonismo en el progreso económico y la estabilidad de nuestro país merece siempre todo el reconocimiento y apoyo. Así, una parte importante de esos logros no puede explicarse sin el esfuerzo de miles de personas emprendedoras que, al asumir un riesgo personal y financiero en la creación de empresas y en la implantación de sus proyectos, contribuyen directamente a mejorar y a ensanchar el tejido productivo nacional, favoreciendo la creación de empleo y un desarrollo social, ambiental y económicamente más sostenible.
Muchas de las grandes innovaciones en las últimas décadas son fruto de actividades emprendedoras. Los jóvenes empresarios, con vuestra vitalidad, tesón y vocación infundís la confianza y el liderazgo necesarios para seguir avanzando y creciendo a partir del rigor y de la solidaridad; unas cualidades y unos valores fundamentales para fomentar el espíritu empresarial que no sólo reclama nuestro mercado interno, sino que son imprescindibles, también, para poder aprovechar las oportunidades que ofrece la internacionalización de nuestra economía.
De este modo, podéis identificar la forma más adecuada de penetración en los mercados que se nos han abierto, tanto en la Unión Europea como en otras latitudes que los españoles conocemos bien, como Iberoamérica o el Mediterráneo, sin olvidar Asia que presenta un atractivo lleno de oportunidades aunque no exento de retos difíciles. De ahí, la importancia de que los empresarios, en particular los más jóvenes, sigáis aportando a la economía española vuestra imaginación, flexibilidad y anticipación para adoptar nuevas tecnologías, disponer de nuevos procesos organizativos y promover nuevas ideas con las que acrecentar el dinamismo de nuestras empresas y aumentar nuestra presencia en el exterior.
Se trata de una tarea en la que resulta cada vez más necesaria la labor de las asociaciones de jóvenes empresarios que promueven y apoyan las vocaciones empresariales, su formación y, a la vez, proporcionan sistemas eficaces de información y asesoramiento.
Los premios que acabamos de entregar son el reflejo de una sociedad que está en continua evolución y de un mercado que exige una alta capacidad de adaptación. Los candidatos, los finalistas y los premiados sabéis bien de lo que hablo. La Princesa y yo queremos felicitaros de todo corazón y expresaros nuestra más sincera enhorabuena, especialmente a los galardonados. También, a través vuestro, a todos los empleados, directivos y colaboradores que protagonizan y comparten el éxito con vosotros. Y finalmente a las familias de todos, que son beneficiarios –y sufridores a la vez- de vuestra apuesta y compromiso.
El reconocimiento que implican estas distinciones no sólo debe enorgulleceros, sino que también debe hacer que os sintáis aún más comprometidos en la tarea de hacer llegar este mensaje a todo el sector empresarial para que en el futuro las prácticas por las que hoy se os premia sean algo común a la propia naturaleza de cualquier ejercicio empresarial. Os animamos a que sigáis por la senda de la excelencia.
No quiero terminar sin dar la enhorabuena también con gran reconocimiento y afecto a las asociaciones de jóvenes empresarios de toda España, a la Confederación y a todos cuantos os apoyan. Vuestro ejemplo debe cundir y animar el espíritu emprendedor allá donde se encuentre. Os deseo que continuéis confiando en vuestra iniciativa y en vuestros proyectos y que os lancéis a ponerlos en marcha. Os pido, aunque sé que lo hacéis, que continuéis apostando y confiando en este gran país, en su proyección y en su contribución positiva al mundo. La labor que desarrolláis, especialmente en el actual contexto de crisis económica y financiera, es vital para todos nosotros y para las generaciones venideras, para el presente y el futuro de España.
Muchas gracias.