M
uchas gracias, querido Director, por tan amables palabras y por el afecto que la Reina y yo siempre sentimos cada vez que venimos a esta Real Academia.
Hoy nos congrega en la sede de esta docta institución un acontecimiento de indudable trascendencia: la culminación de una gran obra, de la que todos nos sentirnos particularmente orgullosos, y de la que nos acabáis de entregar el primer tomo.
Felicito de todo corazón a la Real Academia de la Historia por haber logrado organizar el gran Diccionario Biográfico Español dentro del plazo previsto en julio de 1999, cuando se acordó financiar el proyecto por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Poco después, el treinta de agosto de aquel mismo año, asumí la Presidencia de Honor de una obra imprescindible para que España cuente, al igual que las principales Naciones del Continente, con un Diccionario de estas características para difundir el mejor conocimiento de los protagonistas de su Historia y de su presente.
Felicito al Director de la Academia, Don Gonzalo Anes, también director científico del proyecto, por haber propuesto la elaboración de este Diccionario, al tiempo que agradezco al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la aportación de los recursos necesarios para que esta gran obra pudiera hacerse realidad.
Mi felicitación a esta Real Academia por la eficaz organización de los trabajos en los que han colaborado cinco mil quinientos biógrafos, españoles y extranjeros, hasta completar las más de cuarenta mil biografías que la obra contiene.
Unos datos que la convierten en una de las primeras del mundo en su género, tanto por su extensión, como por la calidad de las biografías y el interés de los biografiados.
Entre ellos, muchos que -por vez primera- cuentan con una semblanza propia.
En definitiva, con este Diccionario Biográfico, España honra su pasado. La Real Academia de la Historia ha logrado dar a España una obra con la que seremos más capaces de conocernos a nosotros mismos, como gran Nación forjada y enriquecida a lo largo de los siglos, gracias al esfuerzo y genio de sus hombres y mujeres.
Una obra que subraya la riqueza, densidad y complejidad de nuestra Historia, así como su amplitud temporal y geográfica.
Quiero expresar mi profundo reconocimiento y calurosa felicitación a cuantos han participado en el Diccionario Biográfico Español, una obra que las generaciones presentes y venideras admirarán y agradecerán.
Animo al Ministerio de Educación a que siga apoyando con sus ayudas a esta Real Academia, de modo que el equipo técnico del Diccionario pueda continuar con sus tareas. Una continuidad consustancial a una obra viva como debe ser el Diccionario Biográfico Español.
Mi gratitud especial se extiende, asimismo, a la Fundación Marcelino Botín por su generoso mecenazgo que ha permitido a la Academia editar el Diccionario.
Por otro lado, me alegra saber que su contenido se divulgará asimismo en la red para su más amplio conocimiento en el mundo.
Reitero mi felicitación y aliento a todos los Protectores de la Academia, que apoyan la acción vertebradora de esta Casa, mediante la investigación y difusión de la historia común de los pueblos de España y de América.
Muchas gracias.