n un solemne acto celebrado en la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Su Majestad el Rey presidió la ceremonia de ingreso como académico de número de Jaime Alfonsín Alfonso, abogado del Estado y ex jefe de la Casa de Su Majestad el Rey.
La jornada dio comienzo con la llegada de Su Majestad el Rey, que fue recibido por diversas autoridades institucionales, entre ellas Pedro Rollán, presidente del Senado; Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior; Alberto Núñez Feijóo, jefe de la oposición; José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; y Benigno Pendás, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
En el vestíbulo de la institución, Don Felipe saludó asimismo a los representantes de las distintas Reales Academias, entre ellos Carmen Calvo, presidenta del Consejo de Estado; Luis María Cazorla, presidente del Instituto de España; Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española; Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia; Ana Crespo, presidenta de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Jaime Domínguez Abascal, presidente de la Real Academia de Ingeniería; y Jaime Gil, presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras.
También estuvieron presentes los miembros de la mesa directiva y los académicos de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, así como los presidentes de honor Marcelino Oreja y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, y el académico Emilio Lamo de Espinosa.
La sesión fue abierta por Su Majestad el Rey, quien cedió la palabra al presidente de la Real Academia. Tras su intervención, se anunció la entrada del académico electo, acompañado por los académicos de número Amador Enseñat y Rafael Repullo.
Jaime Alfonsín pronunció su discurso de ingreso, titulado “La educación de la heredera de la Corona y el oficio de reinar”, una reflexión profunda sobre la formación institucional y humana de Su Alteza Real la Princesa de Asturias, llamada a ejercer la más alta magistratura del Estado. Posteriormente, intervinieron Emilio Lamo de Espinosa y el presidente de la Academia.
Para concluir el acto, Su Majestad el Rey impuso a Jaime Alfonsín la medalla académica, haciéndole entrega asimismo del diploma y de un ejemplar de los estatutos y reglamento de la Corporación. Con este gesto, la Corona reafirma su estrecho vínculo con las instituciones académicas que contribuyen al pensamiento, la reflexión y el progreso de la sociedad española.
Finalmente, Su Majestad el Rey mantuvo un breve encuentro con el nuevo académico y sus familiares, y posteriormente compartió una reunión social con los asistentes como cierre de la jornada.
Jaime Alfonsín Alfonso ha desarrollado una dilatada carrera al servicio de la Corona. Abogado del Estado, fue jefe de la Secretaría de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias desde 1995 y desempeñó el cargo de jefe de la Casa de Su Majestad el Rey desde 2011 hasta febrero de 2024.
La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas es un espacio de encuentro y debate de los saberes sociales, económicos, filosóficos y político- jurídicos.
En ese marco pluridisciplinar asume las tareas comunes a las Reales Academias nacionales de servicio a la sociedad y al conjunto del Estado. Marañón describía de forma muy completa el quehacer de las Academias nacionales: “Las Academias no se crearon para ser jardín de reposo y recreo para valetudinarios de espíritu; sino para recoger en una aula más libre y más independiente que la universitaria, a todo cuanto representa una manifestación permanente de la gloria y de progreso para la vida intelectual de cada época, abriendo sus puertas, con el mismo espíritu de responsabilidad, a la obra madura de los consagrados y al ímpetu nuevo de los que están todavía en la brecha, con una parte de su creación, acaso la mejor, inédita”.
La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas tiene una actividad intelectual variada: se reúne en Pleno todos los martes para tratar un tema presentado por uno de sus miembros. También organiza, además de los actos solemnes de ingreso, coloquios, mesas de debate, seminarios, homenajes, presentaciones de libros y en ocasiones acoge o participa en actividades a iniciativa de estudiosos e instituciones varias. Publica los Anales (recoge todas las ponencias de los Plenos de los martes), monografías y obras colectivas.
La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas está formada por 44 miembros que ostentan las 44 Medallas de Académicos Numerarios (numeradas del 1 al 44).
Las medallas de todas las Academias fueron reguladas por Real Orden de 1 de junio de 1847, modificada por otra R.O. de 15 de junio –aunque en ese momento solo había cuatro (Lengua, Historia, Bellas Artes y Ciencias Exactas)-. Tienen en común las diez Academias el cordón de seda verde y oro del que pende la medalla con la corona símbolo del patronazgo real.
En su anverso se ve la cartela esmaltada en blanco rodeada de una corona de laurel. El centro ovalado es distinto para cada Academia con una composición o emblema propio aludiendo a su actividad o temática junto a un lema específico. En el reverso aparece el nombre de la institución, con letras en oro sobre fondo azul, y el número de la medalla.
En la medalla de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas figura como sello y escudo una matrona con la llama de la inteligencia sobre la cabeza y en sus manos los atributos simbólicos de la Verdad (una rama de palma que simboliza que la verdad no se quiebra ante las presiones y en la otra mano un espejo, reflejo de verdad), y la leyenda “Verum Justum Pulchrum” (Verdad, Justicia, Belleza).
La Medalla, numerada en el reverso, debe utilizarse en todos las Juntas Públicas y en actos en representación de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. La Medalla de Académico (o Académica) es impuesta por el Presidente en el acto solemne de recepción en la Corporación a cada nuevo Académico. La Medalla debe ser devuelta a la Academia a la muerte del Académico para ser entregada a su sucesor en la Medalla.