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uy buenos días y muchas gracias a todos por vuestro interés y por vuestro apoyo a Cotec.
La celebración de esta Asamblea anual, que una vez más me alegra presidir, es un acontecimiento de especial relevancia para cuantas personas, instituciones y entidades desean contribuir a promover la mejor y mayor capacidad de innovación de España.
Una reunión que nos permite hacer balance sobre la evolución de nuestro sistema de innovación, y conocer más de cerca lo que nos ofrece, en su vocación de convertirse en sólida base para fomentar nuestro bienestar y prosperidad.
Nadie duda, en estos momentos, acerca de la gran capacidad del conocimiento como palanca para ahondar en el progreso y relanzar el crecimiento, como todos deseamos.
Los modelos de negocio que no estaban basados en la producción y el intercambio de bienes y servicios, sino en la compra y venta de expectativas, han demostrado ser extremadamente frágiles.
La mejor prueba de ello la tenemos en la grave crisis económica actual que ha generado serios problemas y, sobre todo, dolorosas consecuencias que afectan especialmente a los colectivos más desfavorecidos.
Una crisis que reafirma la creciente importancia de la economía de la innovación en un mundo globalizado. Una economía que optimiza la asignación de recursos, tanto a la creación de conocimiento, como a su conversión en bienes y servicios.
Se trata de una nueva disciplina, volcada en un bien singular, no sólo inagotable, sino que puede aplicarse de forma simultánea en numerosos procesos de creación de riqueza.
Son estas las ideas de Cotec que defendemos desde su origen. Ideas que compartimos con Cotec Italia y Cotec Portugal, convencidos de que juntos seremos capaces de generar sinergias que a todos nos benefician.
Bien sabemos en Italia, Portugal y España, que estos procesos de creación de riqueza, basados en la innovación, no son privativos de los sectores que suelen llamarse de alta tecnología.
El conocimiento es de aplicación universal. Siempre ha podido favorecer iniciativas yéxitos en múltiplesámbitos.
Por eso, hoy es más necesario que nunca generar confianza en la economía de la innovación, y lograr queésta se extienda al conjunto de nuestros tejidos productivos, desde los sectores más tradicionales a los más avanzados, desde la industria hasta los servicios, y desde las Pymes hasta las grandes empresas.
Este es el camino a seguir y por el que venimos avanzando. Enél han sido muchas las cosas que se han hecho bien.
En efecto, a pesar de su tamaño, nuestro sistema de innovación dispone actualmente de todos los elementos propios de los países más prósperos, así como de un evidente potencial con el que podemos y debemos contar.
Así, tenemos motivos para el optimismo, pues estamos convencidos de que el citado potencial se convertirá en verdadero motor de nuestro futuro crecimiento.
Es natural que nos fijemos como meta inmediata preservar lo que, con tanto esfuerzo, hemos conseguido.
Pero no olvidemos nunca cual es nuestra meta esencial: conseguir que España ocupe el puesto que le corresponde en el nuevo orden económico mundial que surja tras la superación de la actual crisis.
Para ello necesitamos que todos nos impliquemos en la economía del conocimiento con más ahínco y en mayor medida.
Una economía caracterizada por un mercado exigente, con una oferta basada en productos y servicios de alto valor añadido que los consumidores saben apreciar, y con una demanda que, a su vez, actúa de forma inteligente y estimulante sobre el tejido productivo.
Sólo aquellas sociedades que han logrado un elevado nivel de formación de sus ciudadanos, pueden aspirar a alcanzar ese círculo virtuoso.
Por ello, reitero nuevamente que la mejora permanente de nuestro sistema educativo, en todos sus niveles, es un objetivo inexcusable, que siempre debe figurar entre nuestras principales prioridades.
Los recursos que se apliquen a la innovación y a la investigación -pública y privada- son, sin duda, tanto más eficaces cuanto más alto sea el grado de formación de nuestros hombres y mujeres.
Ese elevado nivel de formación permite, al mismo tiempo, asegurar que nuestras empresas creen más y mejor empleo, y sean capaces de competir conéxito en un mercado global cada vez más exigente.
El círculo virtuoso -al que me acabo de referir- se perfecciona con un adecuado aprovechamiento del conocimiento disponible y con una debida generación de innovación.
Conocimiento e innovación son, por ello, dos de los ejes principales de reflexión en todas las latitudes. En consecuencia, serán asimismo, el centro de debate de la próxima Cumbre Iberoamericana en Estoril, a cuyos trabajos preparatorios de expertos ha sido invitada Cotec.
Todas estas reflexiones me llevan, en definitiva, a subrayar ante esta Asamblea que tenemos por delante un quehacer de capital importancia para nuestro futuro.
Ya sabemos que sus frutos no serán inmediatos, lo que no obsta para que sea urgente aplicarnos a esta tarea desde ahora con el mayor tesón.
Una tarea que, no sólo exige empeño y altura de miras, sino una entrega y generosidad de las que siempre han hecho gala los Patronos de Cotec. A ellos deseo agradecer de corazón su esfuerzo permanente por ofrecernos análisis, diagnósticos y llamadas de atención, pensando siempre en el mayor progreso de España y de todos los españoles.
Mi gratitud, igualmente, a los presentes por su participación en los trabajos de esta Asamblea anual, que representa un gran estímulo para la valiosa tarea de Cotec, con la que bien sabéis me siento especialmente comprometido.
Muchas gracias.