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n primer lugar la Princesa y Yo agradecemos mucho vuestra invitación para acompañaros en esta clausura de la Olimpiada Internacional de Matemáticas 2008. Es un honor hacerlo y nos alegra mucho que España y su capital Madrid hayan sido vuestros anfitriones. Confiamos en que hayáis disfrutado de esta gran ciudad y que os llevéis un buen recuerdo de su hospitalidad, y de lo bien que representa la diversidad cultural que alberga la Nación española.
A todos los participantes os quiero decir que os admiramos y reconocemos vuestra voluntad de mediros en conocimientos, rapidez mental y control del nerviosismo -tan natural en toda competición- frente a tantos chicos y chicas venidos de casi 100 países, después de superar, además, la dura selección de vuestros respectivos equipos nacionales. Pero, naturalmente, felicitamos de manera muy especial a los medallistas y sobre todo a los que han logrado una puntuación perfecta, que además de demostrar su capacidad en una disciplina tan exigente y difícil, sobre todo, han vencido deportivamente a sus rivales.
Sabemos que habéis trabajado bien los problemas. Y con ello vemos, una vez más, que las Matemáticas parten de una idea simple, que primero se intuye, que madura luego, y que sabe buscar -y con frecuencia encuentra- soluciones acertadas, no sólo para superar problemas, sino para interpretar el mundo.
Pero por haber hecho posible todo esto debemos agradecer profundamente el trabajo y el esfuerzo de los organizadores, patrocinadores y colaboradores de esta OIM en Madrid. Junto a ellos queremos saludar y dar nuestra enhorabuena, también, a vuestros profesores y acompañantes que han venido hasta aquí para ayudaros, y para también para disfrutar, aunque suponemos que algo de nervios habrán padecido. A todos os decimos gracias por vuestro esfuerzo, compartimos vuestra alegría. Ha sido un auténtico éxito para todos.
La apasionante aventura de las matemáticas demanda de sus protagonistas virtudes que tienen un arraigo especial en el mundo deportivo, como el talento y el rigor, la tenacidad y la exigencia, pero también una alta dosis de audacia e imaginación. De ahí que el nombre de esta competición intelectual se haya ligado a los valores y virtudes que representan los Juegos Olímpicos. Esto nos recuerda que estamos en año olímpico, al celebrarse este mes de agosto en Pekín, y también que Madrid aspira a organizarlos como ciudad anfitriona en el año 2016, un verdadero anhelo compartido por todos los españoles, especialmente por los madrileños.
Al Madrid moderno le gusta acoger grandes eventos de todo tipo, deportivo, cultural, político y también científico. Incluso la "reina de las ciencias" -como se conocen a las matemáticas- fue la protagonista de una gran convocatoria internacional en esta ciudad hace apenas dos años, el "Congreso Mundial de Matemáticos", inaugurado por S.M. el Rey.
Aquella reunión puso de relieve los progresos y el alto nivel de la comunidad científica matemática mundial y española. Acudieron más de tres mil de los mejores matemáticos de todo el mundo y supuso una llamada de atención sobre la importancia de esta rama científica, tanto para comprender la realidad, como para favorecer la educación y el progreso de la humanidad.
De este modo, el profesor australiano Terence Tao pudo comparar la labor del matemático con la escalada. Desde luego, la combinación apasionante de abstracción, cálculo y geometría, que configura las Matemáticas, permite a la inteligencia avanzar hacia dos ?entre otras- grandes metas, al servicio del hombre: por un lado, fomenta el ascenso del razonamiento a una de las cumbres de la reflexión y, por otro, estimula la búsqueda de conocimientos situados más allá del saber en su estado actual.
A este respecto, el gran matemático Grothendieck ha escrito que "es en ese acto de ir más allá, de no quedar encerrado en un círculo imperativo que nos fijamos, es en ese acto solitario en el que se encuentra la creación". O, en otras palabras, donde se logran los grandes hallazgos. Así, el matemático desarrolla una de las construcciones intelectuales más complejas de que disponemos, desarrolla nuevas aplicaciones de esta ciencia, o llega a desvelar aquellos conocimientos matemáticos todavía no descritos.
Pero además, el matemático en su labor habitual, como en la de los demás científicos, requiere de una gran dedicación y una alta dosis de generosidad. Y ésta se expresa también en el esfuerzo que numerosos especialistas en esta disciplina dedican a potentes desarrollos matemáticos imprescindibles para las investigaciones que buscan acabar con las enfermedades o se dirigen a derrotar el hambre y la pobreza, a luchar contra las amenazas del cambio climático, o a promover nuevas fuentes de energía.
Al mismo tiempo, no olvidemos que cosas tan cotidianas para todos nosotros hoy como las comunicaciones e Internet, los mercados financieros o las redes de transporte son posibles gracias a las Matemáticas o se inspiran en ellas.
En fin, hoy más que nunca alcanza todo su significado la inscripción que lleva la más alta distinción en Matemáticas, la Medalla Fields: "Sobrepasar el Propio Entendimiento y Aprehender el Mundo". Todos los países necesitan cada día más matemáticos expertos e imaginativos; aunque periódicamente parece ser que nos encontramos ante una verdadera "explosión de las Matemáticas", como se ha calificado el momento brillante que vive actualmente esta ciencia básica.
Queridos participantes. Para la mayoría de vosotros el final de la Olimpiada representa también el comienzo de una carrera científica. Y puesto que estoy convencido de que el deseo de mejorar, de superar dificultades, es un ingrediente básico para conseguir cualquier logro personal y colectivo, algo claramente demostrado por vosotros durante esta competición, confío en que aportaréis a vuestras Universidades y allá donde trabajéis magníficas ideas para asumir mejor los enormes retos y oportunidades que plantea el siglo XXI.
Enhorabuena de nuevo a todos, gracias por vuestro esfuerzo e ilusión, y esperamos que podáis disfrutar en el futuro de nuevas visitas a España. Sólo me queda un ruego: que sigáis contagiando, a todos vuestros amigos y colegas, vuestra ilusión por la Ciencia y por las Matemáticas.
Con el orgullo de ser Presidente de Honor de la Real Sociedad Matemática Española desde el año 86 y Presidente del Comité de Honor de IMO 2008.
Declaro clausurada esta Cuadragésimo Novena Olimpiada Internacional de Matemáticas.
Muchas gracias. Good luck! and happy 50th Aniversary to IMO.