Gracias a todos por las palabras tan afectuosas que me han dirigido. Y gracias también por la amable invitación para presidir la sesión de clausura de este Primer Congreso Internacional de la Televisión y la Infancia. Un asunto de especial relevancia y sensibilidad en el mundo de hoy que se ha tratado en este foro promovido por el Instituto de Estudios de la Democracia de esta prestigiosa Universidad CEU San Pablo. Un congreso enmarcado también en el Plan Nacional de I+D.
Cómo ven nuestros hijos la televisión, cómo son las tendencias de programación, cuál es el papel de la familia, qué hábitos de consumo tienen los niños o cuáles son las pautas para una televisión de calidad. De todo esto habéis hablado estos tres días y a todos nos parecen asuntos de máxima importancia por cómo afectan en la formación de quienes mañana serán los hombres y mujeres que definirán la sociedad del futuro.
Por eso es tan interesante lo que aquí se ha analizado y debatido, y tengo mucho interés en conocer más detalladamente todos los trabajos y conclusiones. Las estadísticas están ahí y nos muestran que los niños son grandes consumidores de televisión. Y vosotros, los expertos, hace mucho que llamáis la atención sobre el hecho de que un consumo elevado resta tiempo a otras actividades de ocio y educación, lo ha mencionado también el Defensor del Menor.
"...Emisores, programadores, reguladores y, por supuesto, padres y educadores compartimos una gran responsabilidad. Formamos parte del entorno familiar, educativo y social en el que nuestros niños se forman y desenvuelven, un entorno en el que adquirirán los valores y principios necesarios para su desarrollo como personas respetuosas y responsables...."
Frente a esa realidad es mucho lo que se ha escrito y lo que se ha debatido buscando el debido respeto y la necesario protección a la infancia.
Los especialistas constatan que aún no se conoce a fondo el conjunto de factores que interviene en la relación entre televisión e infancia.
De ahí el indudable interés de este Congreso Internacional que ha permitido compartir los más recientes planteamientos, investigaciones y propuestas de muchos académicos, especialistas y profesionales.
En cualquier caso, compartimos una gran responsabilidad: emisores, programadores, reguladores y, por supuesto, padres y educadores. Formamos parte del entorno familiar, educativo y social en el que nuestros niños se forman y desenvuelven, un entorno en el que adquirirán los valores y principios necesarios para su desarrollo como personas respetuosas y responsables. Y la celebración de este Congreso es sin duda un ejemplo para avanzar en esa dirección. Gracias otra vez por invitarme y por darme la oportunidad de estar hoy entre vosotros.
Declaro, por tanto, clausurado el Primer Congreso Internacional de la Televisión y la Infancia.
Muchas gracias.