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uchas gracias por vuestra calurosa acogida y por vuestra amabilidad, al haber querido compartir estos momentos con la Reina y conmigo.
Muchas gracias por vuestra calurosa acogida y por vuestra amabilidad, al haber querido compartir estos momentos con la Reina y conmigo.
En estos años, han sido importantes los cambios que ha experimentado el Gran Ducado, así como notable el dinamismo de la colectividad española.
Quienes vinisteis a partir de los años sesenta, habéis contribuido directamente al progreso de Luxemburgo, habéis visto llegar un número creciente de funcionarios comunitarios españoles, y, más recientemente, a tantos otros compatriotas, que participan en el sector educativo y en el sector privado luxemburgués.
Somos conscientes de que la integración no es siempre una tarea fácil.
Por ello, nos alegra comprobar vuestra ejemplar integración en el Gran Ducado, manteniendo un hondo apego y cariño a vuestras raíces españolas. Apego y cariño que también compartís cuantos formáis parte de las segundas y terceras generaciones de españoles, que han nacido aquí.
A los más jóvenes os pido que conservéis ese amor a España como un tesoro de principios y valores, que os pertenece, que contribuye a definiros como hombres y mujeres, y que os enriquece como ciudadanos europeos.
Sabed que España os admira, que valora el gran papel que habéis desempeñado en esta tierra, mediante vuestro trabajo bien hecho, y que os espera siempre con los brazos abiertos.
También nos llena de orgullo saber que los españoles presentes en las Instituciones comunitarias gozáis de muy alta estima, consolidada por el prestigio y la experiencia de cuantos llegasteis hace poco más de veinte años, al comienzo de nuestro proceso de integración en las Comunidades Europeas.
Una alta valoración que, asimismo, merecen cuantos desarrolláis vuestra profesión en la enseñanza de nuestra lengua y cultura, y quienes participáis, tanto en la Sociedad Europea de Satélites, como en el sector empresarial luxemburgués. En uno y otro entorno reflejáis también la creciente presencia española en el escenario europeo e internacional.
En suma, los españoles residentes en Luxemburgo contribuís a extender la valoración de que disfruta nuestra España moderna y democrática, con una responsabilidad y un esfuerzo personales, que merecen nuestro mayor agradecimiento y afecto.
Responsabilidad y esfuerzo que atañen en particular, tanto al Consejo de Residentes españoles, órgano fundamental de representación de la colectividad española, como a las Asociaciones de españoles, que, en los ámbitos cultural y social, desempeñan una encomiable y desinteresada labor, a la que dedico mi reconocimiento.
Os animamos a mantener y acrecentar vuestra solidaridad entre vosotros, vuestro buen hacer profesional y vuestra integración en Luxemburgo, intensificando vuestra estrecha vinculación con España, que os quiere y os tiene siempre en su corazón.
Muchas gracias