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e alegro de tener ocasión de daros la bienvenida a todos y felicitaros por el éxito que habéis alcanzado en los Juegos de Sydney, que es motivo de orgullo para todos los españoles.
Creo sinceramente en los valores que dan cuerpo al movimiento paralímpico: el afán de superar las dificultades con entusiasmo y disciplina, y la legítima satisfacción de mejorar con este esfuerzo vuestra vida y la de cuantos os rodean.
Conozco por experiencia las ventajas del espíritu de equipo, que forja la voluntad y es una magnífica escuela de convivencia. Me consta que compartís esta convicción y que sois perfectamente conscientes de su importancia en vuestra preparación.
Por eso quiero hacer extensiva mi felicitación a cuantos constituís la gran familia paralímpica, como atletas y técnicos, así como a las instituciones y entidades que organizan y apoyan vuestra actividad.
Enhorabuena a todos, y gracias por vuestro ejemplo.