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ermitidme que inicie estas palabras expresando lo grato que es siempre para mi volver a Toledo. Y lo es por tanto hoy cuando desde este hermoso Teatro de Rojas tengo el gusto de presidir el acto de entrega de los premios que la Real Fundación de Toledo otorga a las actuaciones que más han destacado en su protección al patrimonio histórico. Mi presencia quiere ser testimonio de apoyo al esfuerzo que la Fundación realiza en beneficio de esta Ciudad. Antes de continuar quiero unirme a la alegría de todos por la elección de Toledo para presidir la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial. ¡Felicidades Alcalde!.
Los premios que hoy he entregado son clara muestra de la importancia que tiene la dimensión social de los bienes patrimoniales. Por un lado, es ejemplar la forma en que Patrimonio Nacional consigue conjugar el servicio a la Corona con el disfrute público de los bienes que custodia. Por otro, también lo es tanto el empeño individual de Luis Alba por conservar la memoria histórica de esta ciudad, como el enriquecimiento cultural de los momentos de ocio de sus ciudadanos, que viene haciendo desde este Teatro de Rojas su Director Francisco Plaza.
Pero hay otras tres instituciones galardonadas que son igualmente merecedoras de nuestra profunda admiración y gratitud.
La Asociación Iniciativa Ciudadana del Toledo Histórico, por la toma de conciencia y participación colectiva que promueve; la Feria de Artesanía de Castilla la Mancha por su promoción del sector artesano y la permanencia de los oficios tradicionales, y la Sociedad Estatal que puso a disposición del gran público una revisión integral de los reinados de Carlos V y Felipe II a través de un atractivo programa de actividades.
A ellos, a todos los premiados, ofrezco mi profunda felicitación con la seguridad de que serán siempre ejemplo para la siempre inacabada pero preciosa labor de defensa de nuestro Patrimonio Histórico, huella y signo de identidad de nuestra civilización y cultura. Es quizás en nuestro tiempo globalizador, cuando más urgencia e importancia cobra esa labor, como aportación propia de cada país a la riqueza cultural de la Humanidad. Por ello la Corona apoya decidida y convencidamente iniciativas públicas o privadas que contribuyan a enriquecer la aportación que España ofrece.
Así, la Real Fundación de Toledo es un exponente del potencial creativo de la iniciativa privada. Pionera en la tarea de contribuir a la conservación y revitalización de una ciudad histórica, que canaliza la solidaridad de la sociedad a través de fórmulas innovadoras mas allá de la simple aportación de medios económicos. Creo que la excelencia profesional, intelectual y empresarial de sus miembros así como su desprendimiento, son garantía de la alta calidad de los resultados que obtiene. Recordemos lo esencial que resulta su tarea al servicio de las administraciones públicas y de los intereses de los ciudadanos.
Los más de diez años de existencia de la Real Fundación son una muestra de la seriedad y continuidad de su trabajo y por lo tanto de su compromiso con la ciudad de Toledo. En su misión de aunar esfuerzos, conciliar voluntades, superar diferencias, la Fundación renueva el espíritu de tolerancia y convivencia que forma parte de lo mejor de la historia toledana. Esta noble manera de actuar debe guiarnos hacia una ciudad mejor, que alcance el deseable equilibrio entre la conservación de su patrimonio, la calidad de vida de sus habitantes y los retos del futuro.
Muchas gracias por vuestra asistencia y por vuestra invitación a este acto. Al clausurarlo quisiera que nos vayamos dando una oportunidad a la esperanza. Suscribo lo que se ha dicho esta noche sobre la situación Internacional, pero quisiera que simplemente todos, desde nuestras respectivas capacidades y puestos de responsabilidad trabajemos para mantener viva la llama de la libertad y de la tolerancia en el mundo y en nuestras vidas cotidianas.