as Juventudes Musicales se crearon en Bélgica, en 1940, con el objeto de difundir la afición a la música entre los jóvenes. Su presencia en España se remonta a 1951. Desde entonces, además de la organización de conciertos y la promoción de orquestas de cámara, otorga becas de estudios para jóvenes músicos, entre otras actividades. Su labor ha sido distinguida con la concesión en 1999 de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
A su llegada al Teatro Real, Su Majestad la Reina fue recibida por la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, la presidenta de Juventudes Musicales de Madrid, Isabel Falabella, y el director gerente del Teatro Real, Miguel Muñiz. Seguidamente, Doña Sofía se dirigió al salón Gayarre, donde fue saludada por los representantes de los patrocinadores, Francisco de Bergia, director general adjunto a la presidencia de Telefónica, Marc Rich, presidente de la Fundación Marc Rich, y Manuel López Cachero, presidente de AENOR y de la Asociación de Amigos de laÓpera de Madrid.
Tras ocupar su lugar en la mesa presidencial, la Reina procedió a abrir la sesión y concedió sucesivamente la palabra a la presidenta de Juventudes Musicales de Madrid y al miembro del Jurado Andrés Ruiz Tarazona, quien dio lectura al acta de concesión de becas.
Su Majestad hizo entrega seguidamente de los diplomas a los veinte estudiantes premiados en esta vigésima edición.
Después de levantar Doña Sofía la sesión, se celebró un concierto, en el que la Orquesta de Cámara "Andrés Segovia", bajo la dirección de Víctor Ambroa, interpretó "Una furtiva lágrima (L'elisire d'amore)" de Donizetti, "Concierto para violín y orquesta en la menor BWW 1041 - Allegro moderato" de Bach, "Aria de Pamina (La flauta mágica)" de Mozart, "Pezzo Capriccioso Op. 62" de Chaikovsky, "O mio bambino caro (Gianni Schicchi)" de Puccini y "Sinfonía concertante en mi bemol mayor K 364 - Presto" de Mozart. Una vez finalizado, la Reina mantuvo un breve encuentro con los miembros de la orquesta, el jurado de las becas, los becarios y el resto de asistentes, con lo que concluyó el acto.