su llegada al Acuartelamiento Aéreo de Pollensa, Don Felipe fue recibido por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, general del aire José Jiménez Ruiz, el general jefe del Mando Aéreo General, teniente general Carlos Gómez Arruche, y el jefe del Acuartelamiento Aéreo de Pollensa, coronel Vicente Sánchez Salgado.
Tras recibir el saludo de los mandos y de una formación del personal del Acuartelamiento, Su Alteza Real se trasladó al Edificio de la Jefatura, donde, tras la bienvenida del jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el coronel Jefe del Acuartelamiento Aéreo de Pollensa realizó una exposición sobre el Acuartelamiento y el jefe del Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo explicó el ejercicio SURMAR, que se realizaría a continuación.
Don Felipe se trasladó posteriormente al punto de observación, desde donde siguió las maniobras, que comenzaron con la entrada de un avión Canadair UD-13/UD-14, que dejó a los supervivientes. Posteriormente, se lanzaron unas balsas desde dos aviones D-3/D-4. Los supervivientes fueron finalmente recogidos por las grúas de helicópteros HD-19 y HE-24.
En el Edificio de Jefatura, el Príncipe firmó en el Libro de Honor. A continuación, se dirigió al Edificio Comedor, donde fue saludado por el delegado de gobierno en Baleares, Ramón Socías, y por los alcaldes de Pollensa y Alcudia, Joan Cerdá Rull y Miquel Ferrer Viver, entre otras personalidades. Un vino de honor, cuyo brindis corrió a cargo del jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, puso fin al acto, siendo Su Alteza Real fue despedido por las mismas personas que le recibieron a su llegada.