a Escuela Superior de Música Reina Sofía, cuya presidencia de honor ostenta Doña Sofía, es uno de los cuatro programas a través de los cuales la Fundación Albéniz desarrolla su actividad, junto con el Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O'Shea, el Centro de Archivos y Documentación Albéniz y el Encuentro de Música y Academia de Santander. Actualmente la Fundación Albéniz cuenta con dos sedes, una en Madrid, desde donde se dirige la actividad artística, docente y de investigación, y otra en Santander, a través de la cual se gestiona el Concurso Internacional de Piano y el Encuentro de Música y Academia.
La Escuela, que goza de un amplio reconocimiento internacional, acoge a estudiantes de todas las nacionalidades, con una especial atención a los alumnos procedentes de España, Portugal y los países iberoamericanos. Cuenta con un excelente cuadro de profesores de reconocido prestigio internacional.
Su misión no es sólo formar solistas, sino músicos capaces de integrarse con facilidad en importantes agrupaciones orquestales de cámara, ganar premios o acceder a plazas de profesores y catedráticos en escuelas y conservatorios. Su labor está pensada para los jóvenes que dentro de unos años volverán a los mismos escenarios donde actuaron como alumnos, convertidos ya en excelentes profesionales.
A su llegada al Palacio de El Pardo, Su Majestad la Reina fue recibida por el presidente del Consejo de Administración del Patrimonio Nacional, Yago Pico de Coaña. Seguidamente, Doña Sofía se trasladó al Salón Barceló, donde fue saludada por Su Alteza Real la Infanta Doña Margarita, el duque de Soria, Carlos Zurita, el ministro de Cultura, César Antonio Molina, el embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Alfredo Toro, el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros Perán, y la presidenta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, Paloma O?Shea.
A continuación la Reina accedió al Patio de los Borbones para ocupar su lugar en la mesa presidencial y dar comienzo al acto.
Tras pedir la venia a Su Majestad, intervinieron la presidenta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y el secretario de la Junta de Patronos de la Escuela, Álvaro Guibert, quien dio lectura al acta de galardonados. Doña Sofía procedió seguidamente a entregar sus diplomas a los once alumnos más destacados del curso académico 2007-2008; las Placas de la Escuela al profesor Duncan McTier, titular de la Cátedra de Contrabajo Banesto, y a Marco Rizzi, profesor titular de la Cátedra de Violín; la Placa de la Fundación Albeniz a Annelies Kaufmann; y de las Medallas de la Escuela a los patronos Juan Lladró, presidente de Lladró, mecenas de Música de Cámara, y a Fernando Masaveu, mecenas de beca.
Posteriormente, la Reina entregó el VII Premio Yehudi Menuhin a la Integración de las Artes y la Educación al maestro José Antonio Abreu, fundador y director del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela. Con este premio, la Fundación Albéniz quiere reconocer la labor de todos aquellos artistas, compositores e intérpretes de cualquier país, que son al mismo tiempo maestros sobresalientes y destacan en el ejercicio de la formación musical de las nuevas generaciones. En ediciones anteriores han recibido el Premio las siguientes personalidades: Alfredo Kraus (1999), Piero Farulli (2000), Carlo María Giulini (2001), Sir Colin Davis (2002), Alicia de Larrocha (2004) y Claudio Abbado (2006).
El acto académico concluyó con un concierto ofrecido por la Orquesta de Cámara de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, bajo la dirección de Vladimir Ashkenazy, que interpretó la Sinfonía nº. 4 en si bemol mayor, op. 60 de Beethoven.