us Majestades los Reyes viajaron a Oviedo acompañados por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo. A su llegada al Edificio Histórico de la Universidad, Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron recibidos por el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez, el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, y el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. Seguidamente, los Reyes fueron saludados por el rector magnífico de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez. Tras recibir Don Juan Carlos el bastón de mando, Sus Majestades fueron saludados por el secretario de Estado de Universidades e Investigación, Miguel Ángel Quintanilla, el consejero de Educación y Ciencia del Principado de Asturias, José Luis Iglesias.
Tras descubrir los Reyes una placa conmemorativa, accedieron al Paraninfo, donde fueron saludados por los diputados y senadores de la Mesa de las Comisiones de Educación, los rectores de Universidades asistentes, el presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo, Rafael Sariego, y el equipo rectoral.
Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados por la Comitiva Académica, se dirigieron al primer claustro bajo los acordes del "Veni Creator" y ocuparon sus lugares en la mesa presidencial. El Rey procedió a abrir la sesión y concedió sucesivamente la palabra a la secretaria general de la Universidad de Oviedo, Margarita Fuente -quien dio lectura de la memoria del Curso Anterior-, al catedrático de Biología Celular Manuel Álvarez-Uría -a cuyo cargo corrió la Lección Inaugural-, al rector magnífico de la Universidad de Oviedo, a la ministra de Educación y Ciencia, y al presidente del Principado de Asturias.
Una vez finalizadas estas intervenciones, Don Juan Carlos pronunció unas palabras, en las que reiteró su "reconocimiento y gratitud a la Universidad española por su brillante trayectoria centenaria, por el prestigio acumulado y el esfuerzo volcado en su misión académica, en su vocación investigadora, y en su afán modernizador del conjunto de la sociedad española".
Tras agradecer la amable acogida dispensada a Sus Majestades, el Rey felicitó a la Universidad de Oviedo por su cuarto centenario, y elogió "su fecunda aportación a la más sólida tradición de la Universidad española".
Don Juan Carlos subrayó que la Universidad es un factor decisivo "para el florecimiento intelectual de la sociedad, para el crecimiento de toda economía abierta, moderna y competitiva", así como para "formar jóvenes comprometidos con los valores de la convivencia democrática, del entendimiento y del respeto mutuo, de la tolerancia y de la libertad", "valores que han determinado el más largo período de estabilidad y prosperidad en democracia vividos por España, en el marco del modelo de Monarquía parlamentaria que sustenta nuestra Constitución. En suma, la Universidad no puede entenderse al margen de su innata proyección social, de su papel crucial en la formación integral de personas capaces de impulsar la España del mañana, en armónica y fructífera vida en común".
Tras la interpretación del "Gaudeamus Igitur", Su Majestad el Rey levantó la sesión. A continuación, Don Juan Carlos y Doña Sofía se dirigieron a la Biblioteca Histórica de la Universidad, donde firmaron en el Libro de Honor y fueron obsequiados con la medalla conmemorativa del 400 aniversario de la Universidad, realizada por Vaquero Turcios.
Un encuentro con los asistentes en el patio central del Edificio Histórico puso el colofón al acto, a cuyo término fueron los Reyes despedidos por las mismas personas que les recibieron a su llegada.