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Su Majestad el Rey es recibido a su llegada por el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán
Su Majestad el Rey es recibido a su llegada por el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos
Su Majestad el Rey es recibido a su llegada por el matador de toros, Juan José Padilla
Su Majestad el Rey a su llegada saluda la público en el exterior de la Plaza de Toros de Las Ventas
Su Majestad el Rey a su llegada saluda la público en el interior de la Plaza de Toros de Las Ventas
Su Majestad el Rey con los alguacilillos de la Plaza de Toros de Las Ventas
Su Majestad el Rey con los clarineros y timbaleros de la Plaza de Toros de Las Ventas
Su Majestad el Rey con los mulilleros de la Plaza de Toros de Las Ventas
Su Majestad el Rey saluda desde el Palco Real de la Plaza de Toros de Las Ventas
Su Majestad el Rey acompañado por las autoridades asistentes a la corrida, en el Palco Real
Su Majestad el Rey recibe el saludo del rejoneador Diego Ventura
Su Majestad el Rey recibe el saludo del diestro Julián López "El Juli"
Su Majestad el Rey recibe el saludo del diestro Diego Urdiales
Su Majestad el Rey a su salida saluda la público en el exterior de la Plaza de Toros de Las Ventas
on Felipe presidió la 30ª edición de la corrida de la Beneficencia, donde estuvo acompañado por el presidente de la Comunidad de Madrid en funciones, Pedro Rollán y el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, entre otras personalidades.
Tras acceder Don Felipe al Palco Real e interpretarse el Himno Nacional, dio comienzo la corrida en la que el rejoneador Diego Ventura y los diestros Julián López "El Juli" y Diego Urdiales, lidiaron toros de las ganaderías de Los Espartales y Núñez del Cuvillo. Al finalizar el festejo, Su Majestad el Rey mantuvo un encuentro con los toreros y las cuadrillas.
Los orígenes de la Corrida de la Beneficencia se remontan a la época de Felipe II, cuando el Rey dispuso que cada año se celebrase un festejo taurino cuya recaudación se destinaría al Hospital General, que atendía a enfermos cuya pobreza les impedía costear cualquier tratamiento. Tras diversas vicisitudes a lo largo de la historia, la primera Gran Corrida Extraordinaria de la Beneficencia tuvo lugar en 1856. Desde entonces, esta cita es una de las más destacadas del calendario taurino.