Buenas tardes y muchas gracias por invitarme a participar en esta entrega de premios. Estoy segura de que Fedepe, la federación que organiza este encuentro, querría que –con el tiempo- no hubiera que incluir en estos premios una categoría que reconociese a las personas e instituciones que, con su ejemplo y con sus políticas corporativas, ayuden al desarrollo profesional de las mujeres. Es decir, que no hubiera que distinguir a nadie por contribuir a equilibrar el liderazgo empresarial de las mujeres con el de los hombres sencillamente porque ese equilibro fuera una realidad.
26 años lleva la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias entregando estos premios. Imagínense cómo eran las cosas hace 26 años. Y cómo esperamos que sean dentro de otro par de décadas. Estoy segura de que lo que todas deseamos es que ninguna mujer tenga que elegir entre el éxito profesional y la realización personal. Y que esa pausa que necesariamente hay que tomarse en la mayoría de las ocasiones para poder tener hijos no signifique una merma, un problema, para aquellas mujeres que aspiren a llegar donde ellas decidan según su formación, sus méritos y su esfuerzo.
"...Estoy segura de que lo que todas deseamos es que ninguna mujer tenga que elegir entre el éxito profesional y la realización personal. Y que esa pausa que necesariamente hay que tomarse en la mayoría de las ocasiones para poder tener hijos no signifique una merma, un problema, para aquellas mujeres que aspiren a llegar donde ellas decidan según su formación, sus méritos y su esfuerzo..."
Y hay que hablar de conciliación porque aquí, como en cualquier foro, sabemos que sigue siendo un problema. Fedepe premia a empresas y personas que han conseguido avanzar en este campo, pero la conciliación sigue siendo muy difícil. Y no sólo es una cuestión de recursos. También lo es de mentalidades, de inercias, de educación…
Me gustaría felicitar a quienes ven hoy reconocidos sus esfuerzos por contribuir a que nuestra sociedad sea más justa y mejor. Una de esas personas que reciben esta tarde un premio dijo en una entrevista que, cuando le presentan una terna para decidir un nombramiento y en ella no hay ninguna mujer, la echa para atrás, porque no cree que no haya ninguna con suficientes méritos para competir. Porque para que haya más mujeres en posiciones directivas tiene que haber más mujeres en posiciones directivas. Y disculpen la obviedad. Es una simpleza, pero que encierra la complejidad del día a día de muchas mujeres inteligentes, capaces, madres las que quieren y pueden, y que cada mañana hacen malabares para que todo en su pequeño universo salga bien. Gracias a todas ellas, hoy representadas en quienes reciben estos premios.
Muchas gracias.