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uiero, ante todo, expresar mi agradecimiento y felicitación a los organizadores de esta Asamblea General, que nos reúne todos los años en torno al gran proyecto que representa COTEC.
Una Asamblea General que me alegra poder presidir una vez más, pues nos permite conocer juntos de primera mano la más reciente evolución del sistema español de innovación.
El Informe que hoy Cotec hace público, expone datos y opiniones de un importante panel de expertos, cuya capacidad de predicción ha quedado ampliamente demostrada.
Datos y opiniones que nos permiten, por ello, constatar que la progresión de nuestro sistema de innovación es cada vez más evidente, y que ya hemos superado una situación de la que salíamos con dificultad.
Vemos, afortunadamente, cómo España participa cada día con más peso, preparación y perfil propio, en la sociedad del conocimiento.
Esta evolución, sin duda positiva, es fiel reflejo del especial dinamismo y capacidad de modernización demostrados por una gran Nación, próspera y moderna, como España.
Nos debe animar a perseverar en nuestros esfuerzos, de modo que consigamos que el futuro bienestar de España se apoye, cada vez con mayor firmeza, en nuestra capacidad científica y tecnológica.
Los sucesivos años de constante mejora que hemos vivido, refuerzan nuestra convicción y confianza en que nos hemos logrado adentrar en una nueva etapa para la innovación española.
Una nueva etapa cargada de mayor esperanza y para la que debemos poner todos los medios necesarios, hasta conseguir que el conocimiento se convierta en la auténtica base de la competitividad para España.
A tal efecto, debemos aplicarnos en desarrollar las tres facetas del llamado triángulo del conocimiento, es decir: facilitar el acceso de todos nuestros ciudadanos a una mejor educación; aumentar nuestra eficiencia en la creación del conocimiento científico y tecnológico; y acrecentar nuestra habilidad en su utilización.
Para seguir avanzando por este nuevo camino, hasta igualarnos con los países más avanzados de nuestro entorno, debemos perseverar en la consecución de estos ambiciosos objetivos.
Debemos promover nuestro sistema educativo, de modo que prepare a nuestros jóvenes, no sólo para usar tecnología de forma rutinaria, sino también para generarla y para detectar las múltiples oportunidades que se ofrecen para aplicarla.
Y es que debemos ser conscientes de que la mayor capacidad innovadora que esperamos de nuestra sociedad en los próximos años, puede y debe fraguarse desde hoy en nuestras aulas.
Con tal objeto, hemos de desplegar un esfuerzo similar al de aquellos otros países que recientemente han dado el salto en materia de innovación que queremos dar, y que tantos éxitos les ha permitido cosechar.
Resulta alentador constatar que España ya contribuye a la producción científica mundial con una intensidad mayor a la que le corresponde por peso económico.
El reto ahora pendiente consiste en llegar a ocupar un puesto similar en la generación mundial de tecnología. Para ello, serán necesarios más medios y nuevas formas de organizar tanto la investigación pública como la privada y, sobre todo, una mayor colaboración entre ambas.
De esta colaboración nacerán objetivos comunes, capaces de compaginar el rigor de la ciencia con la eficiencia empresarial, contribuyendo así al aumento sostenido de nuestra riqueza.
Nos debe llenar de satisfacción comprobar cómo nuestros jóvenes con vocación investigadora encuentran mayor número de ofertas de trabajo en el sector privado.
Se va incrementando el porcentaje, aún demasiado reducido, de investigadores que trabajan en nuestras empresas. Este es otro signo de la creciente madurez de nuestro sistema de innovación.
Representa, no sólo una garantía de que nuestros jóvenes tendrán mayores oportunidades profesionales, sino también de que el diálogo entre investigadores privados y públicos será más frecuente y fluido.
Dos tendencias que contribuirán, con toda probabilidad, a incrementar la aportación de la investigación pública a la generación de mayor riqueza económica y social para el conjunto de España y de los españoles.
Debemos poner estos esfuerzos en sintonía con el contexto europeo al que pertenecemos, conscientes de los estímulos y oportunidades que nos ofrece, así como de los desafíos que plantea.
Ello es así, tanto más cuanto que nuestro sistema de innovación debe proseguir su proceso de lógica y necesaria convergencia con el resto de Europa.
Una buena medida de nuestro éxito en el logro de dicho empeño, será el grado de integración que consigamos en las grandes políticas de innovación de la Unión Europea.
Me alegra que Cotec Italia, Portugal y España hayan incluido, entre sus objetivos conjuntos, a"Cotec Europa", que permite aportar a la Comisión Europea la información y las ideas obtenidas del continuo contacto con nuestras respectivas realidades nacionales.
Algo que, sin duda, ayudará a que nuestras especificidades sean tenidas en cuenta en mayor medida, de cara al diseño y aplicación de las políticas europeas ligadas a la innovación.
En los dos primeros Encuentros, celebrados por ?Cotec Europa? en Roma y en Madrid, que tuve el honor de presidir conjuntamente con los Presidentes de Italia y de Portugal, pudimos constatar con satisfacción cómo tomaba consistencia dicho objetivo.
Estoy, por ello, convencido de que el tercer Encuentro de este tipo que celebraremos en Lisboa, a mediados del próximo mes de julio, servirá para dar un nuevo impulso a nuestra tarea.
"Cotec Europa" es el fruto de una feliz iniciativa del Patronato de Cotec, que debemos agradecer por su utilidad y acierto, reconociendo el esfuerzo añadido que supone para el Patronato.
Un agradecimiento que quiero reiterar a los organizadores de esta Asamblea General y que extiendo a todos los asistentes a este Acto, por el valioso estímulo y apoyo a la mejora de la innovación en España que supone vuestra presencia y participación en estos trabajos.
Como Rey deseo expresaros de nuevo mi pleno respaldo y compromiso personal con la mejora de la innovación, un objetivo y una ilusión que, bien sabéis, comparto con todos vosotros para seguir construyendo juntos una España cada día mejor, un país cada vez más próspero, solidario y moderno, al que aspiramos todos los españoles.
Muchas gracias.