u Majestad el Rey, durante el acto de entrega del Premio Ordenes Españolas 2018 al historiador británico Sir John Huxtable Elliott, pronunció unas palabras en las que destacó que "si las Órdenes −patrimonio histórico de España desde hace nueve siglos− actualizan día a día esa vocación de servicio, es coherente con su identidad y con sus principios que lo hagan impulsando el mejor conocimiento de nuestra historia común". Asimismo recalcó "que lo hagan con una visión abierta y universal, pues es la forma más acertada de abordar y entender plenamente las trayectorias, los fenómenos y las singularidades históricas", para añadir a continuación que "todo ello desde la historiografía más solvente, una ciencia fundamental e irrenunciable que contribuye decisivamente a que podamos conocernos y comprendernos como sociedades y como países".
Concluyó su intervención Don Felipe afirmando que John Elliott "como tuve oportunidad de subrayar en el Parlamento de su país, en Julio del pasado año, durante la visita de Estado que realizamos la Reina y yo al R.U. de G.Bretaña e Irlanda del Norte, forma parte de ese extraordinario elenco de historiadores británicos que ha desarrollado una labor formidable, haciendo hincapié en su contribución "a elevar el nivel de conocimiento y aprecio de nuestra historia en ese gran país, así como la calidad de la investigación que sobre ella se ha realizado desde fuera de España".
Acompañaron a Su Majestad el Rey el presidente del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán; el ministro de Justicia, Rafael Catalá; y el presidente del Real Consejo de las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa y presidente del jurado, Su Alteza Real Don Pedro de Borbón-Dos Sicilias; invitados y asistentes. Seguidamente, Don Felipe se dirigió a las Salas Capitulares para ocupar su lugar en la mesa presidencial y declarar abierta la sesión.
El historiador británico sir John H. Elliott ha resultado ganador del Premio Órdenes Españolas en su primera edición. El galardón, instituido por las Órdenes Españolas de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, está dotado con 60.000 euros y distingue al historiador de cualquier parte del mundo cuyo trabajo de investigación histórica haya alcanzado general reconocimiento y que alguna parte de su obra esté relacionada con lo hispánico y su proyección en el mundo. Su candidatura fue presentada por la Universidad de Oxford. Este premio internacional es el único de estas características que se concede en el mundo y ha nacido con la intención de convertirse en referencia en el ámbito de la historia.
Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1996, sir John Huxtable Elliott nació en Reading en 1930. Elliott estudió en el Eton College y después en el Trinity College de Cambridge, donde se doctoró en Historia en 1952. Visita España con frecuencia. Su primer contacto con nuestro país data de 1950. Entonces aprendió español y catalán. En el Museo del Prado descubrió la figura del Conde Duque de Olivares. Le impresionó tanto el retrato que le hizo Velázquez que a partir de entonces dedicó décadas de su trabajo al personaje. Como docente ha impartido su magisterio en las universidades de Cambridge, Oxford, Princenton y Nueva York, entre otras. Su reputación le ha valido distinciones académicas como ser Regius Professor Emeritus de la Universidad de Oxford y Honorary Fellow en Oriel College (Oxford) y Trinity College (Cambridge). Es también doctor honoris causa por diversas universidades españolas.
Sus investigaciones han servido para colocar la historia de España en el mundo. Entre sus libros destacan La rebelión de los catalanes (1963), La España imperial (1963), El viejo y el nuevo mundo (1970), Un palacio para el Rey, con Jonathan Brown (1980), El Conde Duque de Olivares (1990), Lengua e imperio en la España de Felipe IV (1994), o Haciendo historia (2012). Además del Premio Príncipe de Asturias a las Ciencias Sociales en 1996, Elliott ha sido distinguido con el Premio Nebrija de la Universidad de Salamanca, en 1993, y el Premio Balzan, en 1999. Desde 1965 es miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia. En 2016 la Real Academia Española le nombró académico correspondiente.