l acto central del Día de la Fiesta Nacional consistió en un acto de homenaje a la Bandera Nacional, que se celebró en la madrileña Plaza de Cánovas del Castillo, junto con una parada militar, que se desarrolló entre la Plaza del Emperador Carlos V y la Plaza de Colón. Posteriormente, tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid la tradicional recepción que ofrecieron Sus Majestades los Reyes a una representación de la sociedad española.
Sus Majestades los Reyes, y sus hijas, Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía, que llegaron escoltados por el escuadrón de Escolta Real, fueron recibidos a su llegada a la Plaza de Cánovas del Castillo por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A continuación, fueron saludados por el ministro de Defensa, Pedro Morenés; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez.
Un batallón de la Guardia Real se encargó de rendir honores. Seguidamente, Don Felipe, pasó revista a las tropas. A su término, Sus Majestades los Reyes fueron saludados al pie de la Tribuna Real por las Altas Autoridades del Estado, miembros del Gobierno, presidentes de Comunidades Autónomas presentes en el acto y autoridades de Defensa.
Tras el traslado de la Enseña Nacional por tres guardias reales, representantes de cada uno de los Ejércitos, y un guardia civil, se procedió a su izado a los acordes del Himno Nacional, que dio paso al acto de homenaje a los que dieron su vida por España. La Unidad de Música de la Guardia Real fue la encargada de interpretar "La muerte no es el final", a cuyos compases se realizaron los movimientos de guiones y portacoronas. Al finalizar, Su Majestad el Rey se dirigió a la plataforma para realizar la ofrenda de una corona de laurel.
Concluido el toque de Oración, el sobrevuelo de la Patrulla Acrobática "Águila" y una descarga de fusilería por la Escuadrilla "Plus Ultra" de la Guardia Real, dio comienzo el desfile militar, compuesto de unidades aéreas y terrestres.
En la parada militar participaron 3.400 militares y guardias civiles y 48 vehículos, además de 53 aeronaves, así como representación de Brasil y la OTAN. El desfile terrestre contó con unidades del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, la Guardia Civil y la Guardia Real. Del desfile aéreo destacan los Hércules que participan en misiones internacionales en el continente africano, el P-3 Orión en misiones Eunavformed (contra la inmigración ilegal en el Mediterráneo) y Atalanta (contra la piratería en el Índico), los Eurofighter y F-18 encargados de la Defensa y Control del Espacio Aéreo de Soberanía Nacional, el Boeing 707 y los Falcon 900 que participaron en el traslado de los afectados por el virus del ébola y por el terremoto del Nepal, entre otros.
Finalizados los actos, y tras ser despedidos por el presidente del Gobierno, el ministro de Defensa y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Sus Majestades los Reyes se trasladaron en caravana, escoltados por el Escuadrón de Escolta Real, al Palacio Real de Madrid, donde tuvo lugar la tradicional recepción con motivo del Día de la Fiesta Nacional.
En el Salón del Trono, Don Felipe y Doña Letizia recibieron el saludo de los cerca de 2.000 asistentes, pertenecientes a los Poderes del Estado, Secretaría General Iberoamericana, Gobierno de la Nación, altos cargos extranjeros, presidentes de Comunidades Autónomas, expresidentes del Gobierno, Cuerpo Diplomático, Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Supremo, Consejo de Estado, Tribunal de Cuentas, Fiscalía General del Estado, y Defensora del Pueblo, así como del resto de los asistentes, procedentes de todas las esferas sociales de la vida pública nacional. Una vez finalizados los saludos, Sus Majestades los Reyes se dirigieron al Comedor de Gala, donde tuvo lugar la recepción.
La conmemoración de la Fiesta Nacional tiene como finalidad recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos. Según recoge la Ley 18/1987, de 7 de octubre, que establece el día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre, simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos.