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ealmente estamos muy contentos la Princesa y yo de acompañaros a todos vosotros e inaugurar oficialmente EXPORTA 2006, en su séptima edición. Una cita de la máxima importancia para conocer, y también apoyar, los objetivos y retos que plantea el proceso de internacionalización de la empresa española y su competitividad. Es un verdadero honor presidir este acto y os deseamos el mayor de los éxitos que lo será, al fin y al cabo, en beneficio de todos los españoles.Como bien sabéis, desde hace ya bastantes años he tenido la enorme satisfacción de estar vinculado a alguna de las más importantes actividades del ICEX, como Ferias, Foros o Encuentros, apoyando siempre con especial interés la apasionante, creciente e imprescindible trayectoria de internacionalización de nuestras empresas.Es una labor que siempre he ejercido con gran ilusión, y en la que desde hace dos años cuento con el inestimable apoyo y participación de la Princesa. Entiendo que es una tarea institucional de primer orden y por tanto lo asumo también como un compromiso personal e ineludible al servicio del desarrollo económico y social de España y de la constante mejora del nivel de vida de todos los españoles.El proceso de internacionalización de nuestra economía en los últimos decenios andndash;y, con ella, la profunda modernización vivida por España- no habrían sido posible sin el decidido esfuerzo conjunto de las empresas y de nuestra Administración por proyectar nuestra oferta de bienes y servicios más allá de nuestras fronteras. Dentro de la Administración comercial, debe reconocerse que el ICEX, nuestra principal agencia de internacionalización, ha estado desde el primer momento a la vanguardia de tan importante empeño.En nuestros días la empresa española tiene ante sí nuevos desafíos para poder implantarse en un mercado internacional cada vez más competitivo y en plena expansión. La inversión en innovación y desarrollo, en imagen y en capital humano, representan la mejor vía para conseguir la diferenciación de nuestros productos y servicios, así como la generación de un mayor valor añadido. Además, los fondos destinados a la formación de los ciudadanos constituyen la inversión más sólida y rentable para todo país por el efecto multiplicador que tienen para su futura riqueza. Revalorizan muy especialmente el capital humano, que pasa a ser uno de los principales activos empresariales.En este sentido, el Congreso de Internacionalización que ahora inauguramos incide directamente en la capitalización del tejido empresarial español. andldquo;Exportaandrdquo; ofrece información y formación en este ámbito a través de sus más de cuarenta talleres y seminarios, así como a través del Punto de Encuentro Internacional, en el que las empresas encontrarán el asesoramiento directo y personal de la Administración Comercial del Estado.Por otra parte, en los cuatro auditorios del Congreso se van a estudiar y debatir a fondo los retos que tienen planteados, tanto los agentes institucionales como las empresas, para poder afrontar con éxito los factores coyunturales y estructurales del desequilibrio macroeconómico que supone el déficit de la balanza comercial.En tal sentido, figuran en primer lugar, las estrategias de marca e imagen de los productos españoles para mejorar globalmente la competitividad de nuestros productos. Se abordará la necesidad de reforzar la percepción de nuestros productos y nuestra propia imagen país en el exterior. La promoción de la MARCA ESPAÑA es por ello de esencial importancia. Se dice con razón que, en una economía globalizada, la competencia vía precios debe de ser superada por otra que incida en la diferenciación de nuestros productos a través de los componentes de imagen y calidad, que les identifiquen como referentes en los diversos sectores en los que compiten. Esa imagen es cada vez más algo que trasciende al producto, y a la empresa, es una imagen del conjunto que el Mercado percibe respecto al País de Origen, respecto a su éxito colectivo y en diversos ámbitos tan variados como el deporte o el arte, los acontecimientos que marcan la actualidad o el funcionamiento de las instituciones.En segundo lugar, resulta esencial buscar activamente una diversificación de los mercados de destino de las exportaciones, aprovechando las oportunidades que brindan los mercados emergentes o de mayor crecimiento económico. Todavía hoy el 75% de nuestras exportaciones se dirigen a la Unión Europea, con lo que ello supone de dependencia del ciclo económico de un grupo limitado de países.Es también necesario debatir sobre la estrategia inversora de las empresas. En un contexto como el actual, en el que los procesos de producción desbordan las fronteras físicas, para abarcar el conjunto de posibilidades existentes con independencia de su localización geográfica, esta es una cuestión que parece fundamental para poder afrontar los desafíos que impone la globalización.Por último, es necesario incidir en otros factores de competitividad que están abriendo una brecha significativa entre España y el resto de países de nuestro entorno. Aunque el proceso de convergencia real con la Unión Europea ha sido intenso en los últimos diez años (más de diez puntos porcentuales con respecto a la media de la Zona Euro), también es cierto que ha retrocedido en los últimos años nuestra competitividad frente a terceros. Es preciso, por ello, incidir -entre otras cosas- en los factores de competitividad en el plano microeconómico.Las estrategias de innovación o de incorporación de diseño como elemento de diferenciación de los productos, las nuevas técnicas de marketing en Internet, o los diferentes productos financieros que permiten que nuestras empresas compitan en mercados de capitales globalizados, son instrumentos que necesitan ser asumidos en mayor medida por empresas e instituciones.En suma, las empresas españolas deben mantener una estrategia de internacionalización abierta y diversificada, tanto en sus procesos de inversión directa en el exterior como en la exportación de servicios a otros países, prestando una especial atención a las características intangibles que, cada vez más, son fuente de valor. A buen seguro, los auditorios de este Congreso habrán de permitir extraer conclusiones fructíferas para seguir avanzando ante dichos desafíos.Me consta que en esta edición de Exporta, han sido convocadas, por primera vez, todas las Oficinas que componen la red de Oficinas Económicas y Comerciales de España en el exterior. No quiero dejar de expresar en esta intervención nuestro reconocimiento y admiración por la imprescindible labor que desempeñan día a día en apoyo de los intereses económicos y comerciales de España en el mundo. Un trabajo cada día más exigente y necesario que representa bien la interacción eficaz que debe imperar siempre entre la Administración y la empresa en la vanguardia y retaguardia de nuestra presencia en el mundo.En suma, animo a todo los participantes, así como a todas las instituciones, a proseguir e intensificar sus esfuerzos al servicio de la apasionante tarea que representa la internacionalización de nuestra economía, contribuyendo de forma eficaz a elevar el nivel de bienestar de España y de los españoles. Bien sabéis que en esa tarea siempre podréis seguir contando con nuestra ilusión y, por supuesto, con nuestro apoyo, volcando los mejores esfuerzos para alentar y promover los intereses económicos y comerciales de España en el mundo.Os deseamos mucho éxito. A todos, de nuevo muchas gracias.