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ara mí es un honor, y motivo de especial satisfacción, presidir este acto, y amadrinar el nuevo Estandarte concedido a la Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo.Quiero que mis primeras palabras al llegar aquí sean de recuerdo emocionado, y mi respeto más profundo, a cuantos perdieron recientemente su vida en el trágico accidente ocurrido en Turquía. Un sentimiento que dedico hoy muy en especial a los que estuvieron destinados en esta misma Base Aérea de Zaragoza.Reitero mi más sincero pésame y acompaño en su dolor a sus familias y allegados, e invito a todos a considerar su ejemplo como un estímulo para seguir distinguiéndonos en la tarea que se nos ha encomendado.Saludo a todos los miembros de esta Escuela, a quienes transmito en primer lugar el mensaje de felicitación que Su Majestad el Rey me ha encargado les haga llegar, por haberse hecho acreedores al alto honor que supone ser distinguidos con el derecho al uso de la Enseña Nacional.Agradezco al Alcalde, y a todo el pueblo de Zaragoza, el haber puesto de manifiesto la íntima unión existente entre esta milenaria ciudad y las Fuerzas Armadas, mediante la donación del Estandarte a esta Escuela.Asimismo doy las gracias a las Autoridades de Defensa y del Ejército del Aire por su gentil ofrecimiento para ser la Madrina de este emotivo acto, que desde el primer momento me llenó de orgullo.La misión que se lleva a cabo en los Centros de Enseñanza constituye uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la institución militar, y supone una gran responsabilidad, tanto por parte de los profesores como de los alumnos.Al expresaros mi sincera enhorabuena en este día tan señalado, os animo a continuar realizando vuestro trabajo con la ilusión y entrega que le habéis dedicado hasta ahora, y de las que da buena prueba el gran número de profesionales que se forman en este Centro. Tanto los que pertenecen a nuestras Fuerzas Armadas, cuanto quienes son miembros de las de otros países amigos.Hago entrega de la Enseña Nacional al Coronel de esta Escuela, con la convicción de que seréis dignos custodios de la misma, y la honraréis con vuestro esfuerzo y dedicación, al servicio de España y del Ejército del Aire.Y termino asegurándoos que el compromiso que hoy he adquirido, al amadrinar el Estandarte que os entrego, me vincula personalmente con esta Escuela, que desde ahora tendrá un lugar propio en mi pensamiento y mi corazón.