Buenos días a todos y gracias por invitarme a celebrar con vosotros esta fecha tan importante. Estamos aquí para dar las gracias. Gracias a todos los que durante más de 70 años habéis apoyado a esta organización. Gracias a los que cada mañana os habéis acercado a un vendedor de la Once con ilusión. Gracias a todos los que habéis estado detrás de los proyectos que impulsan la Once y su Fundación, y que son un ejemplo de la aportación de la sociedad civil al mundo de la discapacidad.
73 años son bastantes, la historia de la Once empieza a ser larga? En todo este tiempo, todos los que formáis esta organización, y sois muchos, os habéis ganado la confianza de la sociedad española con el mismo espíritu con el que hace 73 años empezasteis a caminar. Un espíritu de esfuerzo y unidad, de entrega a los demás y de superación. Tenéis el aplauso unánime de todos por vuestra dedicación ejemplar y por conseguir mejorar la vida de las personas con discapacidad visual.
"...La Once promueve la integración de personas de forma completa para lograr que con sus capacidades diferentes vivan una vida semejante a la de los demás, con las mismas alegrías o los mismos problemas. Una vida, en cualquier caso, plena...."
Y no sólo porque prestáis ayuda a quien lo necesita. La labor que desarrolláis brilla también en elámbito de la formación, de la investigación y de la integración. Lo pude comprobar yo misma hace poco más de un año en el Centro de Recursos Educativos de Madrid, uno de los cinco grandes centros que la Once tiene en nuestro país y donde miles de alumnos ciegos y con deficiencia visual pueden acceder a material pedagógico y didáctico adecuado y donde los estudiantes con esta discapacidad pueden hacer planes -¡hacer planes!- sobre qué quieren estudiar o qué itinerarios pueden seguir dentro del sistema educativo. Pero también son centros para la formación y el reciclaje de profesionales de la educación. En definitiva, son lugares donde se facilita -y en la mayoría de los casos se consigue- la integración en el sistema educativo de los niños y jóvenes con discapacidad.
He puesto sólo este ejemplo porque lo he conocido bien y también el de la escuela de perro guía, pero podría hablar de muchos otros proyectos que tienen que ver con la mejora en general de la calidad de vida de sus afiliados en todos losámbitos: ocio, transporte público y, sobre todo, la integración en el mundo laboral. Muchos miles de afiliados mantienen a sus familias porque son vendedores de la Once. No debemos olvidarlo y menos en estos tiempos difíciles. También hay un porcentaje importante de personas que se han formado en centros de la Once y que han conseguido trabajar en empresas gracias a su cualificación y esfuerzo.
En definitiva, la Once promueve la integración de personas de forma completa para lograr que con sus capacidades diferentes vivan una vida semejante a la de los demás, con las mismas alegrías o los mismos problemas. Una vida, en cualquier caso, plena. Por todo ello, gracias de nuevo. Vuestro esfuerzo, vuestra dedicación y el cariño con el que hacéis vuestro trabajo merecen nuestro mayor respeto, toda nuestra admiración y el máximo apoyo.
Gracias.