Buenos días a todos y, ante todo, muchas gracias a la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Salamanca por invitarnos a compartir esta celebración en la que conmemoramos su 125º Aniversario. La Princesa y yo estamos muy contentos de estar hoy en tierra castellano-leonesa y de dedicar la mañana de hoy a Salamanca, ciudad joven y antigua, magnífica y hospitalaria, siempre querida y admirada. Esta misma mañana, antes de venir a este acto, hemos tenido la oportunidad de visitar el Centro de Día Infantil de la Cruz Roja Española con el que decidimos colaborar hace unos meses a través de la Fundación Hesperia, algo que nos alegra muy especialmente.
Gracias de verdad a todos por vuestro cálido recibimiento, a las autoridades gracias por vuestras palabras y felicidades de corazón a la Cámara de Salamanca.
Hace un siglo y cuarto, y a partir de entonces, se crearon en muchas ciudades las Cámaras de Comercio e Industria, unas entidades que han desarrollado una función fundamental en la modernización económica y social de España. A través de una labor de contacto y de asesoramiento directo, a lo largo y ancho de todo nuestro territorio nacional, han apoyado e impulsado con eficacia la labor emprendedora e innovadora de empresarios, industriales y comerciantes, dentro y fuera de nuestras fronteras. Por ello quiero en este Acto que felicitemos todos junto a la de Salamanca, a todas las Cámaras de Comercio de España y rendir un homenaje de agradecimiento, admiración y respeto a las personas que, con su ilusión y trabajo esforzado, articulan día a día la labor valiosa de estas instituciones.
Como tuve oportunidad de recordar hace más de un año ante el pleno de vuestro Consejo Superior, gracias al afán de perfeccionamiento y constante capacidad de adaptación de las Cámaras, han?o habéis- sabido acompañar el gran progreso colectivo vivido en lasúltimas décadas por nuestro país. En un contexto cada vez más complejo e interdependiente, desempeñáis un evidente papel aglutinador de los esfuerzos necesarios ante los desafíos y las oportunidades del mundo de hoy, en particular en beneficio de las Pymes, que son las principales generadoras de empleo.
Buen ejemplo de ello es, precisamente, la intensa actividad de la Cámara de Salamanca y del tejido empresarial salmantino que, conscientes de vuestras ventajas comparativas y con visión de futuro, habéis sabido identificar en Iberoamérica unárea de proyección clave para el desarrollo recíproco de las economías de España y de las Naciones hermanas del otro lado del Atlántico. También desde Salamanca se ve con claridad y confianza el potencial que para la actividad económica tiene nuestra lengua universal, el español, segundo idioma de comunicación internacional y el tercero más utilizado en Internet.
No quiero tampoco dejar de mencionar en esta ocasión otros importantes logros de esta Cámara, como su apuesta firme por la figura del emprendedor al poner en marcha no solo programas de formación y capacitación, sino proyectos como la VentanillaÚnica Empresarial y la Red de Viveros de Empresa, importantes actividades camerales cuyo lanzamiento hemos seguido en otras ciudades. Enhorabuena por todas estas iniciativas, muestra de vuestra permanente vocación de servicio a la comunidad empresarial de esta provincia y ciudad.
"...Debemos ayudar a revitalizar nuestra actividad productiva con más formación e innovación, más internacionalización y más competitividad. Se trata sin duda de conceptos estrechamente interrelacionados y que, como en toda economía moderna, también se retroalimentan en España al tener que actuar en un marco cada vez más global y abierto..."
Señoras y Señores,
Sabemos que el respaldo a nuestro tejido productivo -objetivo primordial de las Cámaras- es clave para la recuperación de nuestra economía y para el retorno a una senda de crecimiento estable y sostenido, verdadero generador de empleo y de bienestar. En este sentido, y singularmente en estos tiempos de dificultades y grave crisis económica, conviene no perder de vista que contamos con una base de partida nada despreciable, incluso muy significativa, que quisiera resaltar.
Me refiero, en primer lugar, a la capacidad de nuestros profesionales y fuerza laboral, a nuestro capital humano, para avanzar hacia la economía del conocimiento necesariamente a través de la mejora continua en formación e innovación, campos en los que Salamanca destaca por su tradición académica de tanta solera y prestigio, como la que representa vuestra brillante Universidad.
En segundo lugar, me refiero también al ejemplo de empuje, modernización y proyección internacional ofrecido por muchas de nuestras empresas a lo largo de las pasadas décadas. Gracias a ello nuestra economía ha llegado a multiplicar por cinco su tamaño en losúltimos veinticinco años, con compañías líderes a nivel mundial en numerosos sectores, desde las infraestructuras, la energía o las telecomunicaciones, hasta las finanzas, el turismo o la alimentación. Con más de cien mil firmas que venden sus productos y servicios fuera de nuestras fronteras, España se ha convertido en un importante país exportador, no solo uno de los que más inversión ha recibido, sino también de los que más ha invertido en el exterior.
Sobre estas bases, debemos ayudar a revitalizar nuestra actividad productiva con más formación e innovación, más internacionalización y más competitividad. Se trata sin duda de conceptos estrechamente interrelacionados y que, como en toda economía moderna, también se retroalimentan en España al tener que actuar en un marco cada vez más global y abierto. Así lo habéis sabido entender desde nuestras Cámaras en el desarrollo de vuestra trayectoria más moderna.
Señoras y Señores,
No vivimos ciertamente momentos fáciles. Pero como he insistido varias veces recientemente, podemos y debemos seguir haciendo muchas cosas para servir a nuestra economía, a nuestras empresas, a nuestros emprendedores y trabajadores para asegurar que España vuelva a crecer, a crear empleo y riqueza, abordando el futuro con responsabilidad, rigor, altura de miras y sentido de Estado.
Con este espíritu, deseo terminar mis palabras. Os reitero nuestro mayor testimonio de admiración y gratitud, junto a nuestra felicitación más sincera a la Cámara de Comercio e Industria de Salamanca, a sus sucesivos equipos directivos, a los socios, y a su personal de administración y servicios por estos ciento veinticinco años de trabajo y compromiso fructífero.
Muchas gracias por vuestra atención. Y nuestros mejores deseos deéxito para el futuro.